De los votos por los 463 000 militantes socialdemócratas depende ahora si su partido firmará o no el pacto de gobierno con la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la canciller en funciones, Angela Merkel. Su decisión será vinculante si el 20% emite su voto en las próximas tres semanas. El recuento tendrá lugar en la sede del SPD, la Willy-Brandt-Haus, en Berlín. Se espera el resultado para el 4 de marzo.

La prensa de la derecha, especialmente el diario sensacionalista “Bild”, cuestiona ya desde hace un par de semanas las condiciones en las que se celebra la consulta. Primero criticó que menores de edad y extranjeros, es decir personas que no tienen derecho a voto en las elecciones generales, participasen en la consulta. Ahora ha mostrado que el SPD ni siquiera puede controlar la identidad de sus militantes, afiliando online a un perro y a un gato.

Para más inri, el “Bild” investiga quién está detrás de un intento para desprestigiar al líder de los Jóvenes Socialistas (Jusos), Kevin Kühnert. Al diario más leído de Alemania le llegaron de manera anónima mensajes según los cuales un ruso le había ofrecido ayuda para su campaña #NoGroKo. Para enviar estos correos alguien ha tenido que tener acceso a los servidores del SPD.

Mientras, la cúpula del SPD ha iniciado sus siete conferencias regionales en las que, a puerta cerrada, apuesta por el «sí» al bipartito. El «no» podría llevar a un gobierno en minoría de Merkel o a elecciones anticipadas. La consulta se lleva a cabo cuando el SPD cae de nuevo a mínimos históricos pese a la dimisión de su presidente Martin Schulz. Por debajo del 16%, se ve por primera vez adelantado por la xenófoba Alternativa para Alemania (AfD) como segunda fuerza política. Solo en abril el congreso del SPD pondrá orden en sus filas.

Merkel se prepara para cualquier eventualidad

La canciller en funciones, Angela Merkel, ha dado un golpe de efecto preparándose para dejar la presidencia de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), unas eventuales elecciones anticipadas y tomando posición frente a sus críticos internos. En ese contexto se explica por qué ha propuesto que la ministro-presidente del País de Sarre, Annegret Kramp-Karrenbauer, sea la nueva secretaria general. AKK, apodada así porque su apellido es también complicado para lenguas alemanas, es considera ya la «chica de Merkel» por su lealtad y porque garantiza la continuidad de la política merkeliana que es más de centro que de derecha. Para ello tiene que someterse a la CDU.

El golpe de Merkel sorprendió porque la canciller toma posición contra un giro derechista. Ahora, para apaciguar a sus críticos internos, tendrá que incluir a más de uno de sus críticos en la lista de sus futuros ministros. El lunes, el congreso de la CDU decidirá sobre la candidata a secretaria general.GARA