B.Z.
DONOSTIA
CENSURA EN LA FERIA ARCO

La Feria de Madrid veta una obra sobre presos políticos

Una obra titulada “Presos políticos en la España contemporánea”, con fotografías pixeladas de presos o expresos como Arnaldo Otegi, los jóvenes de Altsasu u Oriol Junqueras, fue censurada ayer en la Feria de Arte Contemporáneo ARCO. Una medida ampliamente criticada que Ifema justificó alegando que no quiere perjudicar al resto de obras.

La Feria de Arte Contemporáneo ARCO abrió ayer sus puertas con una pared en blanco en el stand de la galerista Helga de Alvear. En ella estaba instalada, hasta ayer por la mañana, la exposición “Presos políticos en la España contemporánea”, pero de buena mañana, los responsables del recinto ferial Ifema –propiedad a partes iguales de la Comunidad de Madrid, de la Cámara de Comercio y del Ayuntamiento de la capital española– reclamaron que se retirase una obra que recogía 24 grandes fotografías de presos o expresos.

La cara pixelada no impedía reconocer en las fotografías a figuras conocidas como el exdirector de “Egin” Jabier Salutregi; el ahora coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi; jóvenes de Altsasu y de Errenteria; los “Jordis” u Oriol Junqueras. Estas y otras imágenes armaban el mosaico con que el autor, Santiago Sierra, trataba de reivindicar la existencia de presos políticos en el Estado español. Su obra –vendida por 80.000 euros– ya no es visible en ARCO, algo que ha conseguido, sin embargo, que su existencia haya trascendido con creces los muros de la Feria.

El propio Sierra, que en 2010 ya saltó a los titulares al rechazar el Premio Nacional de Artes Plásticas realizando una crítica feroz al Estado español, denunció ayer abiertamente la decisión de Ifema al recordar que «el arte es un diálogo permanente con el mundo». «Prohibir ese diálogo es prohibirme como persona. Reflexionar no da miedo o no debería darlo», consideró el artista, que fue franco a la hora de describir el objetivo de su obra: «Quería mostrar la evidencia de la existencia de presos políticos en la España contemporánea y las condiciones de persecución ideológica que vivimos los trabajadores de la cultura en este país».

Crítica generalizada

La decisión de vetar una obra contra la cual ya empezaron a alzar la voz en la caverna mediática el martes por la tarde generó ayer una polémica y una crítica generalizadas que, más allá del propio Sierra, llevó al mismo director de la Feria ARCO, Carlos Urroz, a calificar la censura de «idea malísima». «Esta es una decisión que parte de la presidencia de Ifema, y a partir de ahí yo no tengo que decir más que que no me parece que hubiera que haber tomado esa decisión. En cualquier caso, no la comparto», añadió Urroz.

De hecho, la censura provocó una ardua polémica en el seno de Ifema, un tercio de cuya propiedad corresponde al Ayuntamiento de Madrid, en manos de Podemos. El consistorio encabezado por Manuela Carmena exigió rectificar la decisión, pero la dirección del organismo, en manos del PP, lo rechazó en una reunión extraordinaria de la Junta. Esgrimió para ello una curiosa argumentación que el PSOE compartió: «La exhibición de estas piezas está perjudicando la visibilidad del conjunto de los contenidos que reúne ARCO». Por lo que se ve, la exposición de una esvástica en la edición del año pasado –en una obra del mismo autor– no supuso ningún problema parecido.

 

De OTEGI Y «EGIN» A ALTSASU o ITOITZ.

Aunque la actualidad puso el foco informativo sobre la presencia de dirigentes catalanes en la obra, cerca de una decena de rostros de esta muestra de presos políticos son vascos. En la imagen se distingue arriba a Arnaldo Otegi y la abogada Arantza Zulueta, en el centro a Jabier Salutregi (director de «Egin») y un solidario con Itoitz, y abajo a uno de los jóvenes de Altsasu y un encarcelado por Segi.