El preso lesakarra Joseba Iturbide quedó ayer en libertad tras declarar en la Audiencia Nacional acusado de participar en la explosión de una autocaravana en Castelló en 2007. La única prueba presentada contra el navarro se había obtenido en el interrogatorio realizado a Mattin Sarasola, que denunció haber sido torturado y por lo que Estrasburgo acaba de condenar al Estado español por «tratamiento inhumano y degradante». En cualquier caso, Iturbide sigue a la espera de ser juzgado.

El vecino de Lesaka había sido entregado el martes por las autoridades francesas desde la cárcel de Fleury, tras seis años preso, y había pasado la noche en la prisión de Soto del Real. A principios de mes fue condenado junto a Izaskun Lesaka a cinco años por el Tribunal de lo Criminal de París.

A Joseba Iturbide que, con el tiempo que llevaba en prisión ya había cumplido la pena dictada en el Estado francés, se le mantuvo encarcelado posteriormente mientras se tramitaba su entrega al Estado español. Ayer por la mañana fue llevado a la Audiencia Nacional para declarar por esa acusación de Castelló. La Fiscalía pidió prisión para él, pero se decretó su puesta en libertad ante la evidencia de que la única prueba se basa en la declaración de Mattin Sarasola.

«Sumarios contaminados»

La pasada semana, el Tribunal de Estrasburgo condenó al Estado español por «tratamiento inhumano y degradante» a Sarasola e Igor Portu durante estos interrogatorios, con el voto unánime de siete magistrados, tres de los cuales entendían además que el asunto debió calificarse como tortura.

Tras ello desde la izquierda abertzale ya se ha reclamado la anulación de los llamados «sumarios contaminados» por la aplicación de la tortura.