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La oposición surcoreana, furiosa con la visita de un «criminal» del Norte

Unos 70 parlamentarios del opositor Partido de la Libertad de Corea expresaron ayer su indignación contra la anunciada presencia en la clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang del general norcoreano Kim Yong-chol, al que acusan de ser un «criminal de guerra» que merece «ser ahorcado y cortado en pedazos» por su supuesta responsabilidad en el hundimiento de la corbeta surcoreana Cheonan en 2010, que dejó 46 marinos muertos.

En un acto frente a la Casa Azul, sede de la Presidencia, exigieron a Moon Jae-in, que no autorice la llegada el domingo de la delegación norcoreana a la ceremonia de clausura de un evento que ha permitido una distensión entre las dos Coreas. También asistirá la hija mayor y asesora del presidente de EEUU, Ivanka Trump, que llegó ayer a Seúl. Los organizadores tienen que armar un verdadero rompecabezas protocolar para que ambas delegaciones no se crucen.

El portavoz del Ministerio de la Unificación, Baek Tae-hyun, afirmó que la visita de Kim es «una oportunidad para mejorar las relaciones intercoreanas».

El Gobierno de EEUU dio ayer un paso más en la presión y el aislamiento de Corea del Norte al anunciar el «mayor conjunto» de sanciones contra Pyongyang, centradas en 27 compañías navieras y 28 buques que comercian con el régimen. EEUU pidió a la ONU sancionar a varias entidades que, dice, han violado las sanciones al facilitar el contrabando de petróleo y carbón por vía marítima.