Maider IANTZI
DONOSTIA

Un accidente laboral cada 5 minutos pero aún no es prioridad política

El informe de LAB es demoledor: en Hego Euskal Herria 301 trabajadores sufren cada día un accidente o una enfermedad laboral, cada doce minutos recibe la baja un empleado... Las estadísticas no son sino la punta del iceberg y, aun y todo, dibujan una situación cada vez peor.

LAB presentó ayer el informe de 2017 sobre accidentes y enfermedades laborales en Hego Euskal Herria, poniendo sobre la mesa unos datos espeluznantes que, sin embargo, no provocan una gran alarma social y tampoco se recogen en la agenda política como una prioridad. Cada día 301 empleados sufren un accidente o una enfermedad. Además, la situación está empeorando: desde 2013 los siniestros han aumentado en 13.000.

Cada día suceden 289 accidentes laborales, es decir, cada cinco minutos uno. Y cada semana cortan la vida de una persona. El 27% de ellas trabajaba para una subcontrata y el 40% en el sector de la industria. En 2017 murieron 54 trabajadores en accidente laboral y este 2018 ya son doce. Según apuntó Luli Eraso, secretaria de Salud Laboral del sindicato abertzale, con la crisis hay menos empleados, pero más percances.

Añadió que las mutualidades que trabajan en colaboración con la Seguridad Social cada vez otorgan una menor importancia a la gravedad de los accidentes. La mayoría de ellos se consideran como leves, aunque Inspección confirme su mayor gravedad. Eraso señaló que esto ocurre porque si son graves se deben investigar y poner en marcha medidas preventivas. Restándoles importancia, no se hace nada y todo sigue igual.

Sacar a la luz las enfermedades

Los datos que ha recabado LAB de las estadísticas oficiales muestran la punta del iceberg, por una parte porque no se reconocen todas las dolencias laborales y, por otra, porque se dejan fuera partes importantes de la clase trabajadora, como las personas que trabajan por cuenta ajena, las empleadas del hogar o la economía sumergida. En lo que se refiere a las enfermedades laborales, para que estas sean reconocidas los empleados deben enfrentarse a juicios largos y complicados, y raras veces consiguen el objetivo. Las mutuas niegan el origen laboral de las patologías, aceptando la presión de las empresas.

La secretaria de Salud Laboral subrayó la importancia de realizar el registro de las afecciones y sacarlas a la luz, ya que sus consecuencias son graves e incluso mortales. Entre los registrados, la mayoría son trastornos músculo-esqueléticos.

«Un escándalo»

La secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, calificó todo esto como «un escándalo inaceptable». Afirmó que casi todos los siniestros se pueden evitar y que tienen un responsable: la patronal, ayudada por «el pasotismo» de las instituciones. «Decimos que somos una sociedad moderna pero estas tasas de accidentes son insostenibles. Es un problema estructural y no tenemos datos para esperar una mejora».

Remarcó que la razón principal de este drama es la avaricia de la patronal, que «ejerce una violencia sobre los trabajadores». Invitó a preguntarnos cuántas personas deben morir para que unos pocos ganen. La respuesta de LAB es clara: ninguna. Afirmó también que solucionar esta lacra no es una prioridad en la agenda política porque no se quiere señalar a los responsables. En relación a esto, denunció que los políticos se fotografían diariamente con la patronal pero nunca con las víctimas de accidentes y enfermedades laborales, sus familias y sus allegados. «No hay reconocimiento ni reparación para ellas y eso es inaceptable».

Aranburu defendió que, más allá de las reacciones protocolarias de los sindicatos, se debe construir una respuesta de la mayoría social. Manifestó que LAB, por su parte, seguirá denunciando este problema, luchando y movilizándose. Además, propuso medidas como que los gobiernos tomen como prioridad la creación de un empleo de calidad y digno; que se cambien de raíz las políticas de salud laboral; que se aumente el control y la inspección a las empresas; y que se les dé centralidad a las enfermedades laborales, creando un registro.