GARA
JUEGOS DE INVIERNO

Marit Björgen se convierte en la emperatriz invernal

La noruega se marcha de PyeongChang 2018 con otras cinco medallas –dos de oro, una de plata y dosde bronce–, superando con 15 preseas al mítico Björndalen y coronando a Noruega en el medallero.

Ya de por sí la última jornada de unos Juegos –en este caso de Invierno–, la de clausura, suele ser muy emotiva por lo vivido todos los días de la competición y porque unos sueñan ya en el futuro –en la próxima cita olímpica– mientras otros piensan en la retirada. Pero si además a todo eso se le suma que una de las grandes protagonistas –por no decir la mayor figura– en PyeongChang logra la mayor hazaña en los deportes de invierno, la fiesta ya tiene que ser total.

Su nombre es Marit Björgen, noruega de 37 años. Llegó a Corea del Sur con la intención de mejorar su propio récord femenino y se marchará como la más laureada del olimpismo invernal –entre hombres y mujeres–, después de ganar otras cinco medallas en PyeongChang: dos de oro, una de plata y dos de bronce. Superó a su compatriota el biatleta Ole Einar Björndalen y se convirtió en la emperatriz del deporte de invierno.

Aumentó su palmarés en Juegos a ocho oros, cuatro de plata y tres de bronce (15), mejorando en dos medallas de este último metal el récord que detentaba hasta la fecha Björndalen. Ayer, además, al ganar la última prueba de los Juegos –el 30 kilómetros, estilo clásico–, resolvió con suspense el medallero, coronando a Noruega, que le arrebató el primer puesto a Alemania gracias a su victoria en la última de las 102 pruebas que se disputaron en PyeongChang 2018.

De hecho, durante la última jornada de competición, Alemania se había colocado provisionalmente al frente de la lista de trofeos, al ganar oro –Friedrich, Bauer, Grothkopp, Margis– y plata –Walther, Kuske, Roediger, Franke– en la prueba de “bobsleigh a 4”. Y por la tarde, con 14-13 en medallas de oros a favor de los alemanes frente a Noruega, quedaban dos resoluciones: la final de hockey hielo masculino, en la que estaban presentes los germanos; y el 30 clásico, en el que participaría la incombustible estrella de Trondheim.

Rusia gana y desafía al COI

Aparte del “bob a 4”, Suecia había capturado el oro en curling femenino, al derrotar en el partido decisivo a la anfitriona, Corea del Sur, por 8-3. El bronce había sido para Japón.

Así, Alemania forzó la prórroga, pero perdió la final de hockey contra OAR (Rusia), que ganó con gol de oro de Kaprizov (4-3) en el décimo minuto de la prolongación, igualando los nueve títulos de Canadá –aunque los siete primeros los lograse como la ahora extinta Unión Soviética y el último de ellos, en 1992, como Equipo Unificado–.

En la entrega de medallas de ayer, los jugadores rusos cantaron el himno de su país, desafiando al COI al haberlo prohibido. Sea como fuere, el partido, de haberse decantado a la inversa, hubiese convertido de forma matemática al equipo alemán en ganador del medallero. Y que acabó unos minutos antes de que Björgen cruzase la meta en el circuito de fondo de Alpensia.

A Marit no le sobrevino un inesperado desfallecimiento y el que ganó ayer supuso el 14º oro para Noruega, que igualó los 14 de Alemania, pero la superó en el resto de medallas (14-10 en platas, que ya hubiera bastado; y 11-7 en bronces).

Björgen echó el resto y llenó de emoción la última jornada de competición. Coronó a Noruega. Y se proclamó, con todas las de la ley, emperatriz de invierno. El día del cierre de los Juegos de PyeongChang 2018.