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Rusia y EEUU enfrían aún más sus ya deterioradas relaciones bilaterales

La anulación de las conversaciones estratégicas entre EEUU y Rusia previstas para la semana que viene por parte de Moscú como respuesta a la retirada estadounidense de otro encuentro sobre ciberseguridad han enfriado aún más las relaciones entre ambas potencias.

Rusia ha anulado las conversaciones estratégicas con Estados Unidos previstas para este mes después de la retirada en el último momento de una delegación estadounidense de una reunión bilateral dedicada a la ciberseguridad en Ginebra. El embajador ruso en EEUU, Anatoli Antonov, calificó la retirada como «una decisión inamistosa» que «da la impresión de haber sido planificada con anterioridad y que lleva a una degradación añadida de las relaciones» entre ambos países.

Como consecuencia, Rusia estima imposible tomar parte en la reunión prevista en Viena los próximos 6 y 7 de marzo para discutir, precisamente, las dificultades que atraviesan las relaciones ruso-estadounidenses y otras cuestiones estratégicas.

La decisión llega después del discurso del presidente ruso, Vladimir Putin, ante el Parlamento, en el que alardeó de contar con armas «invencibles» con las que el resto de potencias se verían obligadas a escuchar y tener en cuenta a Rusia. Washington acusó a Moscú de eludir sus obligaciones internacionales por este discurso no exento de clave electoral dos semanas antes de los comicios rusos. Antonov subrayó que ninguna de las armas mencionadas está afectada por los tratados firmados con EEUU y que «Rusia no ha violado ni un solo acuerdo sobre control de armamento».

En su discurso, Putin enumeró algunas armas de alta tecnología, como nuevos tipos de misiles con un alcance «ilimitado», minisubmarinos atómicos o un arma láser y explicó que responden a la actividad militar de EEUU en el este de Europa y Corea del Sur y su nueva doctrina militar, con el recurso a armas nucleares de potencia menor. Putin insistió en que las nuevas armas rusas no amenazan a nadie ni prevé utilizar su potencial de forma ofensiva, pero Washington estima que no tuvo «una actitud digna de un actor mundial clave». «Rusia no tiene intención de lanzarse a una carrera de armamentos», reiteró ayer el Kremlin.

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de EEUU, Donald Trump, compartieron su preocupación por las palabras de Putin, en una conversación telefónica.

Potencias occidentales advierten a Damasco

El Estado francés, Alemania y EEUU advirtieron ayer al Gobierno sirio de que debe «rendir cuentas» por los ataques en Ghuta Oriental, al este de Damasco, e incluso le atribuyeron ataques químicos sobre los que afirmaron que «no tolerarán impunidad». La Casa Blanca divulgó estas presiones a Damasco después de sendas conversaciones telefónicas de Donald Trump con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron. Mientras, asediados y sometidos a un bombardeo casi sin pausa, sus habitantes aún no han recibido la ayuda humanitaria que necesitan. A pesar de la tregua humanitaria de cinco horas diarias que decretó Rusia, los bombardeos, aunque de menor intensidad, han proseguido. Más de cuarenta camiones cargados con ayuda esperan para entrar en el feudo insurgente. Al menos 613 civiles, entre ellos 150 niños, han muerto por los bombardeos. Ayer se produjeron nuevos ataques y combates en la periferia sur del enclave, donde el Ejército tomó dos localidades. Damasco controla ya dos tercios de la región.GARA