Beñat ZALDUA
DONOSTIA

Torrent oficializa la candidatura de Sànchez a la Generalitat

Tras reunirse con todos los partidos, el president del Parlament, Roger Torrent, nombró ayer a última hora a Jordi Sànchez como nuevo candidato a president. La abstención de la CUP no es su principal escollo: antes el TS debería darle el permiso para acudir al pleno.

Tras recibir la bendición de Carles Puigdemont la semana pasada, el president del Parlament, Roger Torrent, recibió durante toda la jornada de ayer a los líderes de todos los grupos parlamentarios; una ronda rutinaria tras la cual, pasadas las 20.00 horas, oficializó la candidatura del expresidente de la ANC y número dos de Junts per Catalunya (JxCat), Jordi Sànchez. Su investidura, sin embargo, choca con tres escollos. De mayor a menor: la resistencia del Tribunal Supremo a permitirle salir de la cárcel de Estremera para asistir al pleno de investidura, la decisión de la Mesa de no permitir el voto telemático de los dos diputados en el exilio –Puigdemont y Toni Comín– y, por último, la anunciada abstención de la CUP.

Toda la atención se centró ayer sobre este tercer condicionante, olvidando que, para poder siquiera votarse su investidura, el candidato debería recibir el permiso penitenciario pertinente del juez Pablo Llarena. Aunque existen precedentes como el de Juan Karlos Ioldi, según publican desde hace días los medios españoles, el magistrado se decanta por no acceder a la petición que Sànchez cursará en las próximas horas, algo que abriría las puertas a posteriores recursos ante el TC y ante el Tribunal de Estrasburgo.

El segundo escollo es obtener la mayoría parlamentaria suficiente. Descartado el globo sonda que lanzó el viernes, ERC anunció durante el fin de semana su apoyo a Sànchez, por lo que sobre el papel, el candidato encarcelado cuenta con 66 votos a favor (JxCat y ERC), 65 votos en contra (Ciudadanos, PSC, Comuns y PP) y cuatro abstenciones de la CUP. Esto daría para ser elegido en segunda votación, pero para ello la Mesa del Parlament tendría que habilitar el voto telemático de los dos diputados independentistas que permanecen en Bruselas, algo que hasta ahora ha evitado para no chocar con el TC.

Así se lo recordó ayer el portavoz de la CUP, Carles Riera, que se preguntó qué clase de avances hacia la República pueden esperar de JxCat y ERC si ni siquiera son capaces de realizar una «pequeña desobediencia» como permitir el voto telemático de los dos diputados exiliados. El mensaje de Riera fue claro y nítido: si quieren investir a Sànchez, permitan votar a todos sus diputados.

Diálogo entre partidos

Aunque la decisión de la CUP solo será determinante en el improbable caso de que Llarena desmienta todas las informaciones aparecidas hasta ahora, ayer JxCat y ERC, que tienen ya perfilado el preacuerdo para formar Govern y repartirse los cargos, centraron sus intervenciones en jugar al palo y la zanahoria con los cuperos. El portavoz de Esquerra, Sergi Sabrià, los emplazó a un acto de «generosidad» para evitar unas nuevas elecciones, algo que consideró que sería una «irresponsabilidad». Sin embargo, Sabrià ya anticipó que ni habilitarán el voto a distancia de los exiliados ni les pedirán la entrega del acta de diputado.

Por su parte, JxCat se mostró más conciliadora y anunció que, entre hoy y mañana enviarán a la CUP una nueva propuesta de acuerdo para tratar de lograr sus votos a favor de Sànchez. El balón, sin embargo, está en el tejado del juez Llarena.