Victor ESQUIROL
VERSIÓN ORIGINAL (Y DIGITAL)

Del PDV al VOD

Concluyó la 12ª edición del Festival de Cine Documental de Iruñea. Punto de Vista, con Garbiñe Ortega Postigo al mando, dejó una amplia y rica selección de piezas de «no-ficción», tanto en formato largo como en corto; tanto apoyadas en fórmulas convencionales como en más experimentales.

Para esta nueva entrega de VOD, sería conveniente detenerse en uno de los grandes momentos de este 12º «PDV», el cual pasó por dar visibilidad a la obra de unos autores que merecen todos los megáfonos que les podamos brindar. Se trata de Los Ingrávidos, colectivo de cineastas ocultos en el anonimato y elevados por una serie de cortometrajes que dan la cara. En la plataforma Vimeo están disponibles, de forma gratuita (y legal, claro), todos sus trabajos.

Desde aquellos aparentemente más sencillos, hasta aquellos que en su breve metraje, encierran una complejidad conceptual y formal que lleva en volandas a la propuesta a la categoría de gran cine. Inmenso, a lo mejor. Tenemos, por ejemplo, la serie “Abecedario”, en la que, echando mano de un espíritu descaradamente didáctico, se despierta la conciencia de clase (obrera), recordando los derechos que tiene esta. Mientras que en “Itzcóalt” se somete al espectador a una –muy gratificante– tortura epiléptica de postales aztecas para denunciar la sobreexplotación de una industria (la turística), así como sus nocivos efectos en el paisaje y la identidad nacional.

Pero donde Los Ingrávidos dan lo mejor de sí es sin duda en el corto “Impresiones para una máquina de luz y sonido”. Seis minutos (y ninguno más) en los que la sangre llega al punto de ebullición, y en los que las lágrimas (de rabia, de pena, de pura emoción) brotan sin parar. Seis minutos de metraje de corte bíblico, de la edad de oro del cine mexicano, que aparece literalmente desgarrado ante nuestros ojos. Poderosa imagen de ruptura con un pasado igualmente desgarrador; estímulo visual acompañado por la brutal composición lírica “Los Muertos”, de María Rivera. Combinación sin lugar a dudas letal; devastador homenaje póstumo a las víctimas de la guerra contra el narcotráfico en México.

Y sin dejar de mirar al pasado más inmediato, es de justicia detenerse, una vez más, en Filmin. Ahí su equipo vuelve a dar en clavo con una de las selecciones marca de la casa: una colección de 149 títulos que superan el test de Bechdel. Es decir, esas películas que cumplen una serie de requisitos que prueban su distancia frente al machismo imperante en el seno de la industria fílmica. A saber, en dichas cintas deben aparecer dos o más mujeres; estas deben hablar entre ellas; dicha conversación no debe tratar sobre hombre o relación amorosa alguna.

Con todo esto en mente, podemos elegir entre la sensibilidad de Todd Haynes en “Carol”, o la potencia animal de Andrea Arnold en “Fish Tank”, o la vocación generacional de Noah Baumbach en “Frances Ha”, o las ensoñaciones de aquel primerizo Peter Jackson de “Criaturas celestiales”... Una colección ideal para perderse, y para seguir celebrando un ocho de marzo que, para el bien de todas y todos, debería alargarse en el calendario.