Jon ORMAZABAL
Pelota

Solo un buen primer paso

Desde 2001, solo tres veces se han enfrentado en la final las dos parejas que ganaron la primera jornada.

Dicen que hasta el viaje más largo comienza con un pequeño paso y, en ese sentido, el que tanto Elezkano II-Rezusta como Olaizola II-Imaz dieron este fin de semana con sus victorias ha sido un avance importante. Sin embargo, como tantas veces se ha encargado de repetir el de Goizueta, «si tengo que perder un partido, prefiero que sea el primero».

Aimar Olaizola juega este año las semifinales del Parejas por decimotercera ocasión y su bagaje y experiencia deberían ser suficientes para tenerle muy en cuenta, pero es que los números y los precedentes también son buenos asideros para Altuna III-Martija y Ezkurdia-Zabaleta, que no comenzaron su trayecto por las semifinales como querían. Y es que, desde 2000, año en el que Aspe y Asegarce organizaron el Parejas de forma conjunta por primera vez, el sistema de competición actual, con liguilla de semifinales entre los cuatro primeros, enfrentándose las cuatro parejas entre ellas, se ha empleado en 11 ocasiones, todas menos la primera de 2000, 2002, 2003, 2004, 2005 y 2006, y de ellas solo en tres han terminado disputando la final las dos parejas que se impusieron en la jornada inaugural.

Así que, Bengoetxea VI-Larunbe e Irribarria-Rezusta el año pasado, Gonzalez-Laskurain y Xala-Zubieta en 2010 y Xala-Martínez de Eulate y Olaizola I-Beloki en 2010, suponen una excepción en lo que prácticamente ha sido regla.

Eso sí, en todos estos años, al menos una de las dos parejas que comenzaba su andadura en la liguilla con victoria ha conseguido el pase a la final. En este sentido, se puede decir que el ganador del sábado en el Labrit se puede dar por clasificado. Alustiza-Beloki en 2001 son los únicos que lograron meterse en la lucha por la txapela habiendo ganado el primer partido y perdido el segundo, pero con la circunstancia especial de que aquel año en el segundo partido no se cruzaron las dos parejas que habían llegado a 22 en la primera jornada, sino que lo hicieron contra Olaizola I-Goñi, que cayeron en el estreno, pero que terminaron calándose la txapela en la final.

Al menos en cuanto a precedentes, esa posibilidad de ser campeón tras haber caído en la primera jornada de la liguilla es tan probable como que las dos parejas que han comenzado su andadura en la liguilla hayan coincidido en la final. Al margen de esa de 2001, Olaizola II-Begino en 2011 e Irujo-Barriola en 2014 –Aritz Lasa sustituyó el de Ibero en Gasteiz– lo han conseguido, por lo que, para disfrute del pelotazale, todo sigue estando en el aire y nos espera otro fin de semana apasionante.