Aritz INTXUSTA
iruñea

Asociaciones memorialistas reclaman que no se descarte la demolición de Los Caídos

Iruñea celebró un segundo debate dentro del Monumento de Los Caídos para discutir qué hacer con el polémico edificio. Las asociaciones memorialistas insisten en que hay que tirarlo abajo.

El Ayuntamiento de Iruñea sigue recabando ideas para dar una solución al pequeño Valle de los Caídos que corona la Avenida de Carlos III. Si el fin de semana pasado fueron varios expertos de diversas áreas los que dieron su opinión, ayer fueron las diversas asociaciones de memoria histórica las que presentaron sus alternativas. Y en este debate hubo quien apuesta por la resignificación del edificio para contar la verdad de lo que pasó, mientras que otros no ven otra solución que echarlo abajo.

Karlos Otxoa, de Amapola del Camino, sostuvo que el debate ha de ir más allá. «Hemos hecho muchas asambleas con el tema y dentro hay opiniones de todo tipo. Pero estamos de acuerdo en algo: nos parece fundamental que el primer criterio para actuar sobre el edifico ha de ser el de la memoria, por encima del valor artístico o arquitectónico que pueda tener». Otxoa, sin embargo, sostiene que el debate que urge ahora no es el de «tirar o no tirar» abajo Los Caídos, sino ver qué proyecto de memoria existe en Nafarroa y ver si ese edificio puede encajar en él. De este modo, si se puede aprovechar que se aproveche, pero si no, toca deshacerse de él. &discReturn;

Jokin de Carlos, de la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra, no ve otra opción que no sea el derribo. «Hay que tirarlo de arriba abajo. No representa más que lo que representa. Es el monumento franquista más grande que hay dentro de una ciudad. No dignifica a las víctimas, solo a los asesinos». En este colectivo se niegan de forma rotunda a resignificarlo como museo o una actuación similar. «¿Alguien se cree que la sociedad navarra es lo suficientemente madura para reunir en un museo a los muertos del franquismo, a los de ETA y a los de los GAL? No existe a día de hoy una mirada limpia y de consenso sobre algo así», manifestó De Carlos. En este sentido, creen que los 13 millones de euros en los que se está valorando el derribo no deben ser un obstáculo. «Nosotros estamos dispuestos a lanzar una campaña de crowdfunding para asumir el gasto de derribar el edificio, pero hay que derribarlo de arriba abajo», aseguró.

Otros colectivos como ZER o el Ateneo Basilio Lacort no acudieron a la cita, pues no entienden que haya otro debate que no sea tirar abajo el edificio que diseñó el arquitecto Víctor Eusa. Concretamente, el colectivo ZER mantiene una oposición durísima y sostiene que el Ayuntamiento está priorizando la opción de resignificarlo por encima de la de demolerlo. Tildan de «insensible» al Ayuntamiento y aseguran que con estos parámetros no pueden participar en el debate que se está llevando a cabo.