Martxelo DÍAZ
BERRIOZAR-IRUÑEA

Iruñerria arropa a los padres y madres de Altsasu

Miles de personas arroparon ayer a los padres y madres de los jóvenes de Altsasu que serán juzgados a partir del 16 de abril en la Audiencia Nacional española. Berriozar, Barañain y Atarrabia fueron los puntos de partida de tres columnas ciclistas que recorrieron varios pueblos y barrios para confluir en la Plaza del Castillo de Iruñea, donde se denunció que este caso supone una injusticia y una conculcación de derechos básicos.

Adur Ramírez de Alda, Jokin Unamuno y Oihan Arnanz cumplían ayer 488 días en prisión lejos de casa. Sus padres y madres, además de los de los otros encausados, recibieron una nueva muestra masiva de solidaridad y apoyo. En el marco de la gira en la que están recorriendo todas las comarcas navarras, ayer les tocaba la cuarta etapa, la de Iruñerria.

El formato escogido fue una marcha ciclista que partió en tres columnas desde Berriozar, Barañain y Atarrabia para, tras recorrer distintos pueblos y barrios, acabar en la Plaza del Castillo de Iruñea.

Desde el kiosco, Bel Pozueta, una de las madres, agradeció «el abrazo que estamos recibiendo en Iruñea de gentes muy diversas. Queremos remarcar que estamos siendo apoyados por gentes muy diversas».

Junto a ello, subrayó que a lo largo del recorrido por Iruñerria se sintieron arropados, tal y como se han sentido en semanas precedentes en otros puntos de Nafarroa. «Se han unido a nosotros para decir que ya vale, que queremos justicia», destacó.

Según datos los organizadores, el viernes en Uharte se reunieron 300 personas y ayer hubo 550 más en Berriozar, 300 en Arrotxapea, 500 en Txantrea, 300 en Atarrabia, 600 en Burlata, 30 en Mendillorri, 250 en Barañain, 200 en Ermitagaña-Donibane y 2.500 en la Plaza del Castillo de Iruñea. En total, unas 5.500 personas.

Entre quienes se encontraban ayer en la Plaza del Castillo estaban el alcalde de Iruñea, Joseba Asiron, y el parlamentario de EH Bildu Adolfo Araiz.

«Hay algo que nos está uniendo, que es que nuestros hijos e hijas puedan vivir en una sociedad en la que impere la Justicia. Queremos que no se den despropósitos que supongan condenas de 375 años por una pelea de bar. Queremos que en Navarra se juzgue lo que ocurre en Navarra y que no se nos lleve a Madrid a un escenario con gran excepcionalidad», reclamó.

Junto a ello, volvió a denunciar que en el caso de sus hijos no se ha respetado la presunción de inocencia, la proporcionalidad de la justicia, el derecho a la libertad provisional, el derecho al juez natural o el derecho a la defensa. «Son derechos básicos en una sociedad que se presume democrática. Nos sentimos indefensas porque se han pisoteado los derechos de nuestros hijos», añadió.

Situación terrible

«Vamos en decir en alto que la lógica de la venganza, aplaudida y favorecida por algunas asociaciones y partidos, conlleva sufrimiento. Sabemos muy bien de qué hablamos. Llevamos más de un año sufriendo una situación terrible. No se la deseamos a nadie», subrayó.

Por ello, hizo un llamamiento a que la ciudadanía navarra salga a la calle en Iruñea en la movilización que han convocado el 14 de abril, en Iruñea, dos días antes de que empiece el juicio en la Audiencia Nacional.

La gira por Nafarroa tiene aún una etapa más, la que llegará a Tutera y Erribera el próximo sábado, día 24.

La etapa de ayer arrancó en Berriozar, donde los padres y madres de Altsasu fueron recibidos por el alcalde de la localidad, Raúl Maiza, que les hizo entrega de una talla con el lema «Etxera» que un artesano elaboró in situ. Además, recordó que el Ayuntamiento de Berriozar aprobó una moción en solidaridad con los jóvenes de Altsasu con los votos de EH Bildu, Geroa Bai e I-E.