El balance anual fue dado a conocer en rueda de prensa por el presidente de la compañía, Emiliano López Atxurra, quien aseguró que ha sido «un buen» resultado teniendo en cuenta la inactividad productiva que se registró como consecuencia de la parada programada para revisar las instalaciones y que ha tenido un notable impacto en la cuenta de resultados, que se ha conseguido «aminorar» por el «empeño» de la plantilla.

Confirmó que, pese a ello, Petronor alcanzó la mayor producción de su historia y, en concreto, procesó 74 millones de barriles, equivalentes a 10,9 millones de toneladas. Las ventas se elevaron a casi 11 millones de toneladas, de las que un 37% correspondieron a exportación, según indicó Europa Press.

La cifra de negocio de Petronor al cierre del pasado año ascendió a 5.432 millones, superior a la de 2016, que fue de 4.608 millones. El beneficio bruto de explotación (ebitda) se elevó a 180,4 millones, por debajo de los 213,1 millones contabilizados el año anterior.

Con unos resultados que han estado marcados por la volatilidad del precio del petróleo, Petronor ha concluido el año con un beneficio neto de 178,3 millones, un 19,8% menos que en 2016. La compañía ha estimado que, sin la parada programada, habrían logrado 60 ó 62 millones más antes de impuestos.

López Atxurra indicó que la evolución del precio del petróleo está «ligada a la bola de cristal» y que en 2017 el comportamiento no fue «tan negativo» como está siendo en este 2018. Tras afirmar que a mayor precio menor margen, señaló que esa volatilidad es «determinante» e «impacta» en el ebitda.

En cuanto a la aportación de la compañía vía impuestos, cifró en 1.319 millones los tributos generados por su actividad, de los que 855 millones son impuestos especiales abonados por CLH, pero que están derivados de la actividad de la refinería. De esos 855 millones, 281 se ingresan en la Hacienda foral y el resto en la del Estado.