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bruselas

Londres no logra un aval contundente unánime de la UE contra Moscú

La primera ministra británica, Theresa May, advirtió ayer contra la «amenaza rusa» a su llegada a una cumbre con sus homólogos europeos, a quienes pedirá apoyo contra Moscú por su presunta implicación en el envenenamiento de un exespía ruso en suelo británico.

«La amenaza rusa no respeta fronteras», advirtió May en Bruselas, donde buscaba una posición firme de la UE en condena al ataque en Salisbury en el que se utilizó un agente neurotóxico fabricado durante la época soviética, pero se encontraba con la reticencia de varios socios.

Este ataque «forma parte de un patrón de agresión rusa contra Europa y sus vecinos cercanos», insistió.

Desde el ataque contra Serguei Skripal y su hija Yulia, Londres y Moscú libran a una dura guerra de declaraciones. El último episodio lo protagonizó el ministro británico de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, quien comparó el Mundial de Rusia-2018 con los Juegos Olímpicos de Berlín-1936 bajo el régimen de Adolf Hitler, una comparación que Rusia tachó de «asquerosa e insultante».

En esta escalada de tensiones, ambas capitales procedieron además a la expulsión de 23 diplomáticos y la primera ministra británica llegó a anunciar la interrupción de contactos bilaterales.

La tarea de May en Bruselas no será fácil ya que las capitales europeas están divididas en cuanto a la posición a adoptar frente a Moscú.

Mientras Alemania y Francia comparten la conclusión británica de que Rusia es la única responsable del ataque –París está dispuesta a ser más explícita y a plantear más sanciones si Londres lo pide–, otros países como Italia, Grecia o Austria, no quieren tensar más el conflicto con Moscú y piden pruebas sobre la implicación rusa.

Según el borrador que obtuvo la AFP antes del inicio de la cumbre, los líderes se limitarán a expresar que toman «muy en serio la evaluación del Gobierno británico según la cual es muy probable que la Federación de Rusia sea responsable», pero no mencionan eventuales sanciones. «Debemos expresar nuestra solidaridad con Reino Unido, pero al mismo tiempo debemos investigar, debemos ser muy responsables en la gestión de este caso», declaró el primer ministro griego, Alexis Tsipras.

Mientras tanto, en Moscú, el presidente, Vladimir Putin, reunió a su consejo de seguridad en el que se abordó «la política inamistosa y provocadora de Reino Unido hacia Rusia».