GARA
DONOSTIA
COMUNICADO DEL COLECTIVO DE PRESAS Y PRESOS POLÍTICOS VASCOS

EPPK insta a anular los procesos que la tortura «contaminó»

Al hilo de las crecientes constataciones oficiales sobre la tortura masiva, Euskal Preso Politikoen Kolektiboa ha reclamado en un comunicado «poner en vías de solución todas las consecuencias de la tortura: físicas, sicológicas y también penales». Esto se debe traducir, añade, en invalidar «todos los procesos contaminados» por esta lacra.

La tortura ha vuelto a la actualidad informativa y política estas semanas tras el informe de Lakua que por vez primera certifica oficialmente esta práctica o la condena europea al Estado español por el caso de Igor Portu y Mattin Sarasola. En este contexto, Euskal Preso Politikoen Kolektiboa ha expresado su opinión sobre un tema que le afecta frontalmente. En su comunicado sobresale la demanda de que se invaliden «todos los procedimientos judiciales contaminados de un modo u otro por la tortura».

Enmarca esta petición en la necesidad de que se afronten en clave de resolución todas las consecuencias que se derivan de esta lacra: «Tanto las físicas como las sicológicas e igualmente las penales».

«Queremos poner de relieve que, además de los perjuicios físicos y sicológicos sufridos por cada persona, las consecuencias de la tortura también han sido penales –desarrolla EPPK–. Ha habido una colaboración imprescindible entre torturadores y jueces para imponer castigos de cárcel a muchos presos y presas políticas». En consecuencia, el Colectivo pide esa anulación de procedimientos judiciales recordando que «es lo que los manuales jurídicos dicen que se debe aplicar» en estos casos.

«Herramienta de Estado»

Antes de llegar a estas conclusiones, el mensaje de EPPK comienza exponiendo que «los miembros del Colectivo estamos en prisión como consecuencia del compromiso adoptado en la lucha por Euskal Herria. Cuando tomamos la decisión de actuar así por nuestro pueblo, ya éramos perfectamente conscientes de que, en el caso de caer vivos en las manos de la Policía española o la Guardia Civil, nos torturarían».

Añade a continuación que «la impresión de que en manos de la Ertzaintza podríamos recibir otro trato se acabó en la década de los 90. Y caer en manos de las fuerzas represivas o las autoridades francesas tampoco ha sido amparo suficiente durante estos largos años: entregas de Policía a Policía, ser dejados en manos de policías torturadores en la misma frontera una vez acabada la condena en Francia...», enumera.

EPPK incide en que «la tortura no ha sido una herramienta de Estado usada solamente contra quienes han militado en ETA», sino que se ha aplicado también a quienes se implicaron «en otras organizaciones políticas que no utilizaban la lucha armada». «Y todas ellas han sido igualmente conscientes de que tenían grandes posibilidades de acabar haciendo frente a la tortura», recuerdan los presos.

Así las cosas, «la influencia de la tortura ha contaminado todo», constata el Colectivo. Lo detalla en que «el riesgo de ser torturado se ha convertido en un terror extendido entre los ciudadanos partidarios de la libertad de Euskal Herria».

«La tortura no ha sido una herramienta selectiva», reitera, apuntando que eso es lo que constatan las investigaciones existentes (la presentada en diciembre por el Instituto Vasco de Criminología censó ya 4.113 casos solo en la CAV). «La han usado contra todo tipo de personas», recalca EPPK.

Por lo que respecta al Colectivo, «podemos decir que la mayoría de los que lo formamos hemos sido torturados», certifica EPPK, añadiendo que luego han padecido en prisión un «secuestro»&flexSpace;y un «destierro en pésimas condiciones» que «puede equipararse a la tortura».

Añade a ello que los prisioneros y prisioneras vascas «no hemos tenido ocasión de tratar los daños sicológicos que nos han infligido. Hemos tenido que hacer frente como hemos podido, con la ayuda de los compañeros de lucha, a lo vivido en esos días infernales. Y algunos de nosotros, por desgracia, no han podido superar sus consecuencias», trae a colación.

 

Extractos

«Además de los perjuicios físicos y sicológicos, las consecuencias han sido penales. Ha habido una colaboración imprescindible entre torturadores y jueces para imponer castigos de cárcel a muchos presos»

«La tortura no ha sido una herramienta de Estado usada solamente contra quienes han militado en ETA, sino también contra quienes se implicaban en otras organizaciones políticas que no utilizaban la lucha armada»

«El riesgo de ser torturado se ha convertido en un terror extendido entre los ciudadanos partidarios de la libertad de Euskal Herria»

EPPK