Montes Aldabe, Pagogaina y ErlaitzEntre San Martzial y la cascada de Aitzondo

Esta ruta circular nos adentra en las entrañas del Parque Natural de AiakoHarriak, uniendo historia, tradición y naturaleza en un entorno maravilloso.

Sugerimos dentro del Parque Natural de Aiako Harria-Peña de Aia, una interesante excursión con varios alicientes. Nace esta travesía en redondo en el barrio de Ibarla de Irun, justo tras pasar bajo el puente de la autopista. Desde este punto de encuentro, donde hay dos paneles informativos de los senderos del parque y de la senda Pirenaica, se inicia la fuerte ascensión a la ermita de San Martzial (área recreativa y monolitos conmemorativos), lugar de culto, emblema de los irundarras y donde conmemoran su alarde anual con un acto histórico-festivo conmemorativo de la batalla del 30 de junio de 1522... Día de San Martzial. Una pista cementada y balizada con las bandas rojiblancas conduce a los excursionistas hasta el alto. Pasará en el trascurso delante de los caseríos Aldabe y Elkay, entre pinos, hasta alcanzar la ermita con su área recreativa adosada, que es un incomparable mirador de la costa, desde Donostia hasta Hendaia y el litoral atlántico. Están los excursionistas en el monte Aldabe y se dirigirán a su cercana cima coronada por un repetidor. Después perderán altura hasta el caserío Saroia donde se iniciará el ascenso hasta el collado de Erlaitz, sin posibilidad de dudas, por ancho camino y por el caserío Amasain. Ya en la carretera de Oiartzun a Irun, el paso se sitúa entre las dos cimas secundarias del macizo, Pagogaina a la izda, y Erlaitz a la dcha, hasta donde proponemos llegar a los lectores. En este lugar se encuentra el histórico mojón disuasorio para desertores: “De aquí la deserción tiene pena de vida”, dice.

Primero a la izquierda. La cumbre de Pagogaina (señalizada) está cercana y se llega en cómodo paseo. Un índice geodésico y las ruinas de un fuerte octogonal (del año 1882, de la tercera guerra carlista) marcan el alto. Al regreso, un nuevo ascenso corto y directo desde el collado llega hasta la cima de Erlaitz, donde se ven restos de excavaciones de otro fuerte inacabado. Ambas cumbres ofrecen dilatados panoramas. Bajarán los montañeros hacia el oeste por los restos de los barracones del campamento provisional hasta la carretera que seguirán pocos metros hasta el kilómetro 11 donde a la dcha nace la pista balizada con bandas blanquiamarillas del PR GI 1012, que pierde altura en lazos inteligentes hasta el fondo del valle por donde corre una “erreka” con saltarinas aguas.

Ahora el camino, siguiendo las marcas, recorre la cuenca hasta la curva de Embido, donde nace un SL (señales verde amarillas). Aquí los senderistas se dirigirán en media luna al SW, (ida y vuelta) por el camino del antiguo tren para visionar, tras el primer túnel, desde su mirador la cascada de Aitzondo o Irusta, una perfecta e impresionante cola de caballo, cuando el agua es abundante. De nuevo en el brazo señalizador, los excursionistas iniciarán el inclinado y rápido descenso (hay atajos) hacia los hornos de Irugurutzeta, hasta donde llegan las aguas del Aitzondo, por el salto, para formar la erreka Irusta o de Ibarla. Siguiendo el camino peatonal, por la margen izda de la regata se llega en 30 minutos aproximadamente al punto de inicio, bajo el paso de la autopista.