Victor ESQUIROL
VERSIÓN ORIGINAL (Y DIGITAL)

Aniquilando un modelo

A riesgo de sonar repetitivo, una semana más debo poner el foco de atención sobre «la gran N» del VOD. Esto es, Netflix. Ese monstruo lanzado a la producción en cadena y ahora, también, a la distribución en masa.

Tengo que hablar (encantado) de Alex Garland. Guionista, productor y novelista que en 2015 irrumpió definitivamente (pues ya fue nombre clave en diversas joyas de género) en el panorama internacional gracias a su ópera prima como director. “Ex Machina” se ganó a pulso el estatus de «título de culto», merced a una estética muy cuidada (y muy a rebufo de la icónica serie “Black Mirror”), pero sobre todo merced a un guion que conjugaba a la perfección la reflexión con el entretenimiento.

Un film pequeño a nivel productivo pero grande, sin duda, en aquello que más importa: el alma. Total, que estaba cantado el que su siguiente proyecto estaría apadrinado por alguna de las majors hollywoodienses. Y así fue. “Aniquilación”, que así se llama su segunda película, es un proyecto nacido en los estudios de la Paramount... y distribuida, más allá de las fronteras de Estados Unidos, por Netflix.

Para entendernos: Uno de los títulos sci-fi más esperados de la temporada solo ha llegado a las salas de cine en el mercado americano. El resto del mundo se ha tenido que “conformar” con el salón de casa. Supuesta anomalía que seguramente va a convertirse en patrón de comportamiento. La razón: la aversión al riesgo de las grandes productoras, contrarrestada esta por la seguridad que ofrece la chequera ilimitada (?) de Netflix. «Tú la haces y nosotros la enseñamos», parece decir Ted Sarandos, director de contenido de la plataforma en cuestión.

Y así, los mortales nos vemos envueltos entre sensaciones contradictorias. Por una parte, la alegría de tener acceso a propuestas arriesgadas que antes, por cobardía de las distribuidoras, teníamos vetadas. Por otra parte, la amargura de no poder disfrutar de estas en condiciones óptimas.

En el caso de “Aniquilacion”, hablamos de una película tan espectacular a nivel visual (pues buena parte de su encanto viene, a través de una serie de efectos visuales entre preciosos y aterradores), que a buen seguro se reduce el encanto del conjunto en las reducidas dimensiones de nuestras pantallas.

Pero por suerte, Garland vuelve a crecerse en las distancias cortas, es decir, donde más a gusto se siente: en el texto y en la dirección de actores. O mejor dicho, de actrices. Natalie Portman, Jennifer Jaosn Leigh, Tessa Thompson y Gina Rodriguez brillan como equipo de científicas enviadas a una zona afectada por radiaciones alienígenas, fuente de terribles alteraciones en el ADN de todo ser que se encuentre ahí. Con esta premisa, “Aniquilación” nos va metiendo en un corazón de las tinieblas inquietante y deliciosamente tóxico. Un recorrido entre las inquietudes espirituales de «La llegada» y la psicodelia de «Under the Skin». Cuando nos hemos dado cuenta, es como si también hubiera mutado nuestra estructura genética. Como si hubiera cambiado nuestra percepción del mundo. Con cintas así, es difícil distinguir la «gran» de la «pequeña» pantalla.