Janina PÉREZ ARIAS

«LA AUDIENCIA ES INTELIGENTE, PIERDES SI TRATAS DE JUGAR CON ELLA»

Soo Hugh y David Kajganich, showrunners de la serie «The Terror», cuentan sobre los retos enfrentados y las veredas poco obvias que tomaron para llevar a la televisión esta historia con tintes de horror basada en hechos reales.

Cuando Gran Bretaña era un imperio de postín timoneado por la reina Victoria, dos bombardas bautizadas como el HMS Erebus y el HMS Terror zarparon desde Greenhithe en verano de 1845 con el capitán Sir John Franklin al mando. 129 hombres emprendían la búsqueda del Paso del Noroeste en el Ártico. Pero ninguno de esos aventureros regresaron a casa.

Después de casi 200 años, esta increíble historia ha sido llevada a la televisión, teniendo como punto de partida las casi mil páginas de “Terror”, donde el escritor estadounidense Dan Simmons narró los entresijos de esta expedición fallida, que principalmente los deudos de Franklin, así como la British Royal Navy, se encargaron de que pasara a la historia como una de las grandes odiseas de aquel tiempo.

En el mencionado libro, la fantasía de Simmons fue más allá, añadiendo un elemento sobrenatural, una criatura temida por los inuit, población con la que se presume tuvieron contacto algunos miembros de la tripulación. En 2007, cuando estaba a punto de publicarse la novela de Simmons, relata el guionista David Kajganich que muchas personas se mostraron interesadas en el gran potencial de esta historia llena de misterios.

Tras un largo recorrido, “The Terror” se convirtió en la serie de televisión que promete atrapar una buena tajada de audiencia, cuyos showrunners son David Kajganich y Soo Hugh, avalados con un ilustre nombre de la cinematografía mundial fungiendo de productor ejecutivo Ridley Scott.

Lo que primero iba a ser una gran película en manos de Universal, con el tiempo figuró como «un proyecto que se transformó en una serie de televisión», toma la palabra David Kajganich durante el Festival Internacional de Cine de Berlín, donde se celebró el estreno mundial de “The Terror”. Después de varios tumbos, «finalmente AMC tuvo el coraje suficiente de dar la última palabra, proponiendo 10 episodios, y la determinación de realizarla lo mejor posible», narra Kajganich.

David Kajganich y Soo Hugh reclutaron un equipo de guionistas, y entre todos devoraron desde archivos de la época hasta biografías de los personajes reales implicados.

«Cuando Soo y yo empezamos a hablar sobre esta historia, sabíamos que era muy fácil pensarla en términos de género de horror, sin embargo nos decantamos por dilucidar la dinámica de los personajes», rememora el también productor Kajganich.

Los conocidos actores Ciarán Hinds, Jared Harris y Tobias Menzies encarnan a quienes equivalían en aquella época a estrellas de rock; asumiendo respectivamente a Sir John Franklin, al capitán Francis Crozier y al capitán James Fitzjames, quienes gozaban de fama, pero la gloria para estos hombres siempre parecía encontrarse en la estrella más lejana.

«Una vez que conoces a estos personajes, lo único que deseas es darles más vida, una que dure más de dos horas. Quieres conocerlos más profundamente, y en 10 episodios se podía lograr ese objetivo», sostiene Soo Hugh, toda una veterana de la pequeña pantalla, quien ha participado en series como “The Killing” (2011), “La cúpula” (2013) e “Invisibles” (2015).

David Kajganich, con experiencia en el cine como guionista de “Cegados por el sol” (dirigida por Luca Guadagnino, 2015) o de “La masacre de Town Creek” (de Joel Schumacher, 2009), es un principiante en la televisión. No obstante, su bagaje cinematográfico le permitió defender la idea de que “The Terror” podría tener mejor vida en la pantalla chica.

«A lo largo de esos episodios podíamos explorar personajes complejos que se equivocan, que a veces son violentos, que muestran su ingenio, que se apoyan mutuamente o que luchan entre ellos, y nuestro objetivo era pues apoyarnos en esas figuras, lo cual viene a ser lo más difícil en un género como este», profundiza Kajganich

Rodada en la isla Pag (Croacia) y en Budapest, otro de los retos donde se conjugan los hechos reales, la ficción, el drama, el suspense y el terror, radicó en lograr una ambientación minuciosa, que aportase considerablemente al relato. La construcción de dos barcos en escala real fue uno de los recursos a los que echaron mano, aunque la aplicación de efectos visuales fue de gran importancia.

«Hace cuatro años no hubiéramos podido hacer esta serie», devela Hugh, «ya que hubiese sido demasiado cara, pero los recursos que brinda actualmente la tecnología son maravillosos». Y es aquí donde entra en juego Ridley Scott.

«La participación de Ridley fue crucial», detalla Kajganich, «ya que él y sus colaboradores saben cómo obtener los mejores efectos visuales. Básicamente trabajamos como si fuese una película, pero con mucho menos presupuesto y en menos tiempo de realización». Ambos showrunners cuentan que en la distancia Scott se dedicó a dar el visto bueno durante el desarrollo de “The Terror”, lo cual vino a consolidar sus decisiones.

Y es que «hacer una serie como esta obviamente implica tomar otro camino», confiesa David Kajganich, «se trata de un proyecto extraño, donde se asumen muchos riesgos, y se requiere atrapar la atención de la audiencia en la medida en que sepas darle algo más que tan solo el misterio de una criatura y el hielo. Además, queríamos asegurarnos de que sea lo que fuere lo que atrajera a la gente cuando ve el tráiler, deseábamos que percibieran el tono verdadero de la serie, porque es importante que la audiencia sepa qué va a ver».

No se debe pues menospreciar a quienes poseen el mando a distancia, porque tal como afirma Soo Hugh, «la audiencia actual es muy inteligente, y si tratas de jugar con ella, lo más seguro es que pierdas».

Hugh admite que para el desarrollo de “The Terror” se fijaron en modelos de series internacionales. «Este es un show muy extraño para la audiencia estadounidense, por ende se necesita paciencia, sin embargo en EEUU se debe aprender a ver series de este tipo». No obstante, con respecto a la aceptación en otros países se muestra mucho más optimista, «contamos una historia universal, y los espectadores en China o en España van a poder establecer relaciones».

La televisión celebra su era dorada, con productos diversos entre sí, tanto en calidad como en temáticas, y en este sentido la clave del éxito está en diferenciarse. “‘The Terror’ no es como ‘Juego de tronos’ con sus dragones –David Kajganich proporciona más claves–, de manera que nos planteamos la idea de que los momentos más pequeños fueran significativos; por ejemplo, que una cosa que suceda en el segundo episodio tome aún más importancia en el octavo, para así mantener la atención de los espectadores. Esta es una historia de gente que busca sobrevivir, que creen que van a obtener un triunfo sin precedentes al descubrir el Paso del Noroeste en el Ártico, y cuando se ven atrapados en el hielo, se dan cuenta de que las jerarquías, los rangos, los niveles de educación, nada de eso importa, sino qué listo e ingenioso eres en una situación como esa. Es fascinante ver cómo ‘el quién eres’ pierde relevancia ante ‘el qué puedes hacer por ti y los demás’», apunta.

La expedición perdida de Franklin, tal como se le conoce, constituyó un verdadero misterio durante más de 170 años, siendo un tema importante para historiadores, científicos, escritores y hasta para trovadores a lo largo de muchas generaciones. «Se han respondido muchas preguntas», acota Kajganich cuando se le recuerda que gracias a expediciones llevadas a cabo en 2014 y 2016 se despejaron varias incógnitas. Pero lo cierto es que como antaño, la serie “The Terror” viene a ser como un cuento más, quizás con más sustancia, más detalle y sobre todo más fantasía, sobre la desaparición de Sir John Flanklin y sus 128 hombres.