Un ataque a cincuenta kilómetros da a Peter Sagan su primer adoquín

Por primera vez desde que Bernard Hinault lo hiciera en 1981, el arco iris ganó en Roubaix. No podía ser otro que Peter Sagan que, gracias a un ataque a 50 kilómetros de meta, se hizo con su primer adoquín, añadiendo un segundo monumento, tras el Tour de Flandes de 2016, a su espectacular palmarés.
Fue un contraataque, en realidad, en respuesta al salto de Greg Van Avermaet. El eslovaco se fue solo, cazó a los supervivientes de la gran escapada del día, Jelle Wallays y Silvan Dillier, y acabó llegando al Velódromo con el suizo, que poco pudo hacer ante la punta de velocidad de Sagan. Tercero fue Niki Terpstra, el mejor de un Quick Step que se quedó con las ganas.
La mala noticia del día la protagonizó Michael Goolaerts, trasladado en helicóptero al hospital en parada cardio-respiratoria tras sufrir una caída. Permanece grave.

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