El tráfico aéreo resultó perturbado ayer por sendos movimientos sociales en el Estado francés y Alemania que paralizaron aeropuertos y afectaron a los gigantes de la aviación a ambos lados del Rin.

En Alemania, los paros en Fráncfort, Munich, Colonia y Bremen obligaron a Lufthansa a anular más de 800 vuelos, es decir uno de cada dos, afectando a unos 90.000 pasajeros. Se trata de una huelga de «advertencia» del personal de aeropuertos para incidir en la negociación sobre los salarios en la función pública.

Por su parte, Air France tuvo que anular el 25% de sus vuelos en la nueva jornada de paros convocada por sus trabajadores.