Mikel INSAUSTI
LA CASA TORCIDA

La más esperada de las adaptaciones de Agatha Christie

En la carrera por los derechos cinematográficos de las novelas de Agatha Christie Hollywood se ha apropiado de las protagonizadas por el inspector Poirot, y seguramente no tardará en hacer otro tanto con las que tienen a la señorita Marple como investigadora. Pero al cine británico le queda el resto, aquellas en que el rol detectivesco recae en personajes aislados, que no han dado lugar a ciclos literarios tan prolíficos. Y en entre todas esas si hay una que destaca es “La casa torcida”, considerada por la propia autora como su más brillante y sorprendente creación. Publicada en 1945, nadie se ha atrevido hasta ahora a llevarla a la pantalla, a sabiendas de que siempre es muy arriesgado el subgénero del “whodonit”, máxime cuando millones de lectores y de lectoras conocen el desenlace y la consiguiente identidad del asesino revelada en última instancia. La pérdida de dicho efecto sopresa juega claramente en contra.

A favor está el toque “british” de la producción con un reparto estelar muy ajustado, así como la contratación al frente del equipo de guionistas de Julian Fellowes, que escribió para Robert Altman la magistral “Gosford Park” (2001), y que ha contribuido vitalmente a mantener la emisión de la serie televisiva “Downton Abbey” (2010-2015).

Una de las modificaciones mayores con respecto al texto original atañe al protagonista, a quien interpreta Max Irons, hijo de Jeremy Irons. En la película ha roto con la heredera de los Leonides, a la que conoció en Egipto, y para la que investiga.