Ane URKIRI ANSOLA
Derbi en Ipurua

El aliciente de no ser el peor

Derbi y a domicilio no eran el mejor presagio para un Deportivo Alavés que no había puntuado en ninguno de los enfrentamientos frente a equipos vascos, y que además llevaba desde principios de febrero sin ganar fuera de Mendizorrotza. Diez minutos buenos y ochenta de contundencia defensiva le llevaron a un triunfo que bien puede valer la mismísima permanencia. Con 38 puntos en la saca, a doce del descenso cuando restan dieciocho puntos, los de Abelardo se pueden permitir irse de fiesta después de cuajar una temporada no apta para cardíacos. 

No es la primera vez que el Alavés vence sin hacer demasiado, o por lo menos ofreciendo menos espectáculo que el rival. Venció en un solo aspecto de las estadísticas: en el marco del gol. Para guardar está la estadística de 94 pases buenos en una hora de partido, o los únicos seis pases de Manu García que encontraron destinatario en 70 minutos. Pero aun así ganó. Ganó porque fue más intenso en los primeros minutos, y porque Sobrino estuvo inspirado en su carrera y a la hora de servir el pase. Guidetti, por su parte, aprovechó el día de su cumpleaños para marcar su segundo gol con la elástica albiazul, el primero que vale tres puntos de oro. Restan seis partidos y, visto lo visto, puede llegar alguna sorpresa. Los cuatro equipos vascos están en un margen de dos puntos y aún queda el aliciente de no ser el peor clasificado.