Agustín GOIKOETXEA
BILBO

Pensionistas vascos trabajan en una «movilización general» para mayo

Un lunes más, como desde hace tres meses, miles de personas volvieron ayer a llenar las plazas de numerosas localidades vascas para exigir unas pensiones públicas dignas. Las organizaciones de pensionistas trabajan en la convocatoria de una gran movilización para mayo con la que obligar a gobiernos y partidos a adoptar medidas urgentes.

«Ni un paso atrás» y «Esta batalla la vamos a ganar» corearon repetidamente las más de 3.000 personas que se reunieron ayer ante el Ayuntamiento de Bilbo, expresando así su firme voluntad de pelear por unas pensiones dignas. «Hemos conseguido que el problema de las pensiones entre en la agenda de todas las instituciones», se congratuló Jon Fano, uno de los portavoces de las organizaciones convocantes en Bizkaia, quien aseguró que «es necesario multiplicar las movilizaciones».

«La derecha no sabe con quién se ha metido», subrayaron, aclarando que «no venimos a pedir, venimos a exigir por lo que hemos trabajado durante décadas». Además, recordaron que fueron la «generación que luchó contra la dictadura» y los que trabajaron de «sol a sol» para generar riqueza, por lo que pelearán para que se respeten sus derechos.

Seguirán concentrándose los lunes en la mayoría de los municipios pero comienzan a preparar una gran movilización en las cuatro capitales de Hego Euskal –se apunta al sábado 26 de mayo– que supere a las multitudinarias que tuvieron lugar el 17 de marzo. Para ello, anunciaron que se reunirán el jueves en Gasteiz para establecer criterios comunes. Su objetivo, incidieron, «es dar una respuesta contundente que llene las capitales vascas de decenas de miles de pensionistas», aunque llamaron a que trabajadoras y trabajadores, desempleados y jóvenes se sumen a la lucha.

El movimiento, recordaron, se aglutina en torno a unas demandas básicas como son unas pensiones públicas mínimas de 1.080 euros, actualización anual ligada al IPC para todas las pensiones, la derogación de las leyes que han precarizado las condiciones de trabajo y la eliminación del factor de sostenibilidad que «nos lleva a la indigencia».

La importancia de la unidad fue resaltada por varias de las personas que tomaron la palabra, a lo que los congregados respondieron con gritos de «Pentsionistak aurrera».

También se apuntó a que «el artículo 50 de la Constitución española recoge el derecho a una pensión pública». «Tenemos que luchar por las próximas generaciones, para que se mantenga el estado del bienestar», enfatizaron, defendiendo que hay dinero para ello.

«¡PNV mójate!»

No faltaron consignas contra el Gobierno de Mariano Rajoy o las críticas a Ciudadanos, aunque fue al PNV al que no se dejó de emplazar a ponerse del lado de los pensionistas y no apoyar los Presupuestos Generales del Estado. Se criticó que este partido uniese el jueves pasado sus votos a los del PP en la Cámara de Gasteiz. Una y otra vez, al ser citados los jeltzales, se repitieron los gritos de «¡PNV mójate!».

Desde los colectivos de viudas se denunció la «invisibilización» que sufren y la «feminización de la pobreza», advirtiendo de la «brutal» discriminación que sufren por el mero hecho de ser mujeres. La de Bilbo volvió a ser la más numerosa de las movilizaciones que se organizaron en el país, por ello pidieron apoyo para aquellas personas que en localidades pequeñas salen a la calle todas las semanas con las mismas reivindicaciones.

En Iruñea, por su parte, se instó directamente a UPN a que no apoye el proyecto de cuentas para 2018 del Ejecutivo Rajoy, que desde la Coordinadora Navarra por la Defensa del Sistema Público de Pensiones calificaron como «un insulto y una provocación para los actuales y futuros pensionistas».