Pablo CABEZA
BILBO
Elkarrizketa
MIKEL URAKEN
GUITARRA, VOZ, COMPOSICIÓN...

«El valor de una obra es desarrollarla al margen de tendencias externas»

El bilbaino Mikel Uraken hunde sus memorias en una banda de 2005 llamada Loan con la que graba dos discos. Finalizado el proyecto inicia una carrera en solitario primero influida por el folk estadounidense. No obstante, en su anterior álbum, «Neguaren ostean» rompía con el inicio y en su actual «Izaki bizidun berriak» renace de nuevo. El álbum lo presenta mañana en Kafe Antzokia. 20.15.

Evolucionar no es una barrera estilística ni de posición, es abrirse a las rendijas del tiempo y contar que siempre habrá oyentes inquietos dispuestos a valorar los quiebros musicales. En “Neguaren ostean” Mikel Uraken se presentaba con una guitarra acústica, en “Izaki bizidun berriak” con una eléctrica distorsionada, más bajo y batería. Es un cambio profundo, pero no tanto la base de las canciones, de hecho poco cuesta ver “Grina oskolduna” de 2015 con la ropa actual. Uraken ha mutado la sonoridad, pero no el fondo la estructura básica de la canción. Obviamente una canción como “Lantu mamuen dantza”, de su actual disco, es más tensa, incluso salvaje, pero es Mikel Uraken. Cuestión un poco diferente puede ser el lado “Instant bat”, donde los diez minutos podrían ser parte, por situarlo en lo local, entre las espirales de Lisabö y las asonancias de Anari. Cabe imaginar que este nuevo cuerpo repleto de libertad y atmósferas aún será más envolvente y perturbador en directo. Todos los elementos apuntan a una crecida del escenario con el deshielo, con los mantras que Uraken certifica desde voces de púlpito, áureas, y un averno-rock en lucha bajo los pies. Tirantez y relajo, vahído emocional y recuperación de la tensión, tal y como ocurre en la abrasiva “Ordu herdoilduak”.

Mikel Uraken apuesta por el juego de intensidades y no perecer en lo previsible. Reinventarse es agotador e improbable-imposible, pero recrearse es una bendición apócrifa. Uraken presenta “Izaki bizidun berriak” mañana a partir de las 20.15 en Kutxa Beltza de Kafe Antzokia, un espacio acogedor ideal para la subyugante conjura que propone el seductor músico.

Tras dos referencias anteriores como solista y de aire folk llega 2015 y «Neguaren ostean». No es un estilo tan alejado del presente, todo es cuestión de cómo se visten las composiciones; pero temas como «Grina oskolduna», «Ez dok hamairu» o «Ekialdetik dator» le separan mucho del inicio fuera de banda y le presentan como un músico más cercano a ciertas asonancias «laboanas» o a canciones más tortuosas y contemporáneas.

Se podría decir que con “Neguaren ostean” ya he asimilado totalmente la etapa anterior y he interiorizado mi sonido personal. Incluso se podría decir que es mi “primer disco” 100% Mikel Uraken. En esta etapa de autodescubrimiento fue vital la labor de Javi Letamendia como productor y coach. Aquí empiezo a jugar con la experimentación, con la duración de las canciones, los mantras hipnóticos y repetitivos que se acabarían convirtiendo en una seña de identidad marca de la casa. La oscuridad y la reverb hicieron acto de presencia y vinieron para quedarse.

Pasan casi tres años y pergeña «Izaki bizidun berriak». ¿Ha sido complejo decidir acústico-eléctrico? ¿Me distorsiono? ¿Me disperso?

Tres años dan para mucho y en mi caso, han servido para todo eso precisamente, sin dejar de actuar en directo. La decisión de retomar la guitarra eléctrica la tomé inmediatamente después de grabar mi anterior disco. Desde entonces, le he dado una vuelta de tuerca a los temas viejos y he compuesto otro disco tratando de darle una coherencia y una unidad a todo mi repertorio. Que a pesar de los matices, se percibiera un estilo personal.

¿Se lo ha pedido más el cuerpo que la mente o al revés? ¿Qué significado le damos a ese «Son nuevas formas de vida, nuevas formas de supervivencia».

En este disco la palabra clave es auzolan. He pasado de ser un músico que desarrolla estrictamente su carrera en solitario a pasar a coordinar un grupo de trabajo en equipo donde cada uno aporta su granito de arena. Siento que la labor colaborativa es una nueva forma de vivir y sobrevivir y que nos puede ayudar a sentirnos más realizados. Mi música ya no oscila en torno a la individualidad, sino que se nutre de múltiples matices de diferentes colaboradores. Estas canciones son “nuevos seres vivos” que se desarrollan de manera multidimensional y por eso he decidido titularlo “Izaki bizidun berriak”.

La tendencia de las últimas grabaciones es a centrar mucho el contenido, discos de menos de media hora; sin embargo, usted se explaya por encima de la hora, aunque quizá no tanto por el número de canciones, sino por el propósito explícito de dejar que estas se expresen lo necesario, por lo que es fácil pasar de los ocho minutos.

A la hora de componer no me fijo criterios preestablecidos que puedan limitar la creatividad. Me gusta otorgarle a cada canción la duración que necesita para poder transmitir en su integridad aquello que me ha movido a componerla. Para mí, el verdadero valor de una obra creativa es desarrollarla al margen de tendencias externas. Hay que romper con las uniformidades, y creo que la escena musical vasca necesita de propuestas arriesgadas que se salgan de lo establecido..

Son muchos los cortes destacables, uno de ellos es «Egun argitan» de ambiente tenebroso y sosegado por momentos, complicada de descifrar y muy oscura.

La letra es de Gorka Erostarbe y se podría decir que está inspirada en un ambiente oscuro, deprimente o de frustración frente al día a día. Es una de mis canciones favoritas y a pesar de esa oscuridad, creo que transmite cierto dinamismo a lo largo de los diferentes desarrollos que posee. Además, el equipo de Arriguri ha conseguido plasmar en un plano secuencia magistral este tema mientras lo grabábamos en Garate, y ciertamente eso le otorga un valor añadido. Algo que por estos lares apenas se ha visto anteriormente.

Si salvaje era el cambio en «Egun argitan», más terrorífico, si cabe, es el ambiente de «Ordu herdoilduak», que comienza neblinosa, inocente, para llevar al oyente a otra oratoria infernal con ataques de distorsión sin piedad, como en «Lantu mamuen dantza». Lisabö disfrutarían con este disco.

No sé si Lisabö disfrutarían con este disco, yo al menos, si lo hago con los suyos! En lo que respecta a mis canciones, me gusta jugar con los contrastes. Si como oyente me gusta la música ante todo desgarradora, esto obviamente tiene que tener un reflejo en mis composiciones. Durante la composición de este disco aparte de Lisabö he escuchado mucho a Swans o Spacemen 3. Bandas todas ellas, que no reparan en el minutaje y que hacen de la distorsión y los pasajes instrumentales sus señas de identidad y que yo también hago mías en este disco.

Portada, otro sugerente trabajo de Asier Garcia Azkue, quien realiza un diseño tan hermoso como inquietante.

Mi amigo Asier conoce como nadie mi música o al menos sabe plasmarla con gran sensibilidad en un soporte plástico. No le he dado ninguna directriz, le pasé los bocetos de las canciones y dejé que las interpretara a su manera. Si el diseño es así, es fruto de lo que mi música le ha sugerido. Trabajar con Asier siempre es un acierto.

¿Cree que ha encontrado su mejor versión con «Izaki bizidun berriak»?

Estoy muy satisfecho con el trabajo en equipo realizado, pero no por ello estoy dispuesto a acomodarme. Hasta ahora, sí que puedo decir que es mi trabajo más completo, por la complejidad que ha supuesto toda la labor de composición y coordinación. “Izaki bizidun berriak” supone un punto de inflexión en mi carrera, algo que llevaba tiempo necesitando sacar de mis entrañas al mundo. Pero desde luego, en el futuro me voy a seguir planteando retos que tengan como raíz la experimentación de nuevos sonidos hasta ahora no trabajados. Nunca hay que perder las ganas de aprender ni de probar cosas nuevas.