Ane URKIRI ANSOLA
Donostia
Elkarrizketa
SILVIA ARDERIUS MARTÍN
SUPER AMARA BERA BERA

«Valoro estar contenta porque me influye a la hora de rendir»

Es la mano derecha de la entrenadora en la pista y reconoce que le gusta tener el poder de decisión: «Es mi mejor virtud». En 2015 decidió salir de su zona de confort en Helvetia Alcobendas y llegó a Donostia tras convertirse en la mejor central de la competición con Aula Cultural. Con un discurso alto y claro, lo único que pide es algo tan sencillo como valorar de igual manera todos los logros deportivos.

Confirmó su satisfacción con el Super Amara Bera Bera renovando por un año más su contrato. «La forma que tienen de tratarte y las condiciones que te dan son muy buenas. Son tonterías pero van sumando y al final te hacen sentir mucho más cómoda», señala la central en vísperas de disputar la fase final de la Copa. Ahora está más contenta quizá porque están intentando sumar variables a las jugadas ya instauradas. Esas combinaciones, esa libertad es lo que le hace especial el juego de Silvia Arderius (1990, Madrid).

Le gusta más asistir que marcar, pero es la máxima goleadora del equipo y el año pasado, de la competición (198 goles).

En el Aula Cultural tenía un papel diferente. Tenía que tirar del carro. Pero aquí tengo gente alrededor muy anotadora y puedo hacer eso que más me gusta, que es dar esos goles o crear un poco más las jugadas.

El Bera Bera, sin embargo, juega mucho al contraataque.

Y me gusta bastante. Es verdad que me ha costado pillarlo un poco porque la forma de correr en el contraataque aquí es muy diferente a lo que estaba acostumbrada. Aquí es algo más colectivo, implica a todas. Es complicado hasta que lo pillas, porque hace falta mucha compenetración. Es un juego rápido y me divierto.

Le gusta el balonmano bonito. ¿Cómo es?

Rápido, sin demasiado contacto, viendo espacios, soltando, dando mucha continuidad. No me gusta el balonmano tan físico como puede ser el de los chicos, porque al final uno se levanta desde los 15 metros y mete un golazo. Me gusta más trabajar la jugada, fijar a una, atraer a otra jugadora... Un poco más táctico.

Comentaba que hay mucha presión por ganar. Sus compañeras que llevan años hablan más de autoexigencia.

A principio de año lo notaba más como presión y ahora lo noto más como autoexigencia. El segundo partido de la temporada tuvimos al Rocasa Gran Canaria y perdimos, y parecía que se había acabado el mundo. Me sorprendió mucho porque no estaba acostumbrada. Según han ido pasando los meses, he visto que las compañeras y el propio club se exigen mucho. Me parece algo muy positivo. Esa autoexigencia es lo que nos ha llevado a que estemos en una situación buena ahora mismo, a pesar de perder frente a Rocasa.

¿Piensan en los partidos que han perdido?

Pienso mucho en ellos. Hay partidos y partidos. El de Rocasa sabíamos que era un partido que se podía perder, entre comillas, porque era al principio de liga y nos pillaba en pleno proceso de acople. Sin embargo, pienso bastante en los partidos frente al Aula Cultural y el Rincón Fertilidad Málaga. El otro día falló el Rocasa, nos ponemos colíderes y piensas que si no hubiésemos perdido frente a las malagueñas ya dependeríamos solo de nosotras. La liga es así. Igual que nos pasó a nosotras, el otro día el Rocasa no pensaría en que podía perder en Barakaldo. Está todo muy igualado.

Mañana hay que ganar sí o sí.

Es un partido a vida o muerte. Además como es frente al Aula Cultural Valladolid he pensado bastante en ese partido que perdimos. Lo he visto varias veces para saber qué hicimos mal.

¿Es autocrítica?

Mucho. No terminé satisfecha en ese partido, pienso que podía hacer mucho más. Estaba bastante nerviosa dada la situación del partido. Por ejemplo, en ese encuentro, no me esperaba esa situación tan complicada en la segunda parte, tan adversa. Me pilló de imprevisto y no supe reaccionar bien.

Hay que tener en cuenta que el Super Amara Bera Bera es un histórico de la Copa. Ha pasado 18 veces a semifinales.

Hace mucho que el Bera Bera no tiene unos cuartos plácidos. Siempre logra clasificarse pero todos los partidos son complicados. Es verdad que cuando pienso en la Copa y tengo esos nervios –es la primera vez que voy a jugar una Copa con esa exigencia, con esa opción real de poder ganarla– hablo con Silvia Ederra, y siempre le digo que me quedo tranquila porque el Bera Bera siempre suele pasar. No sé cómo, pero siempre lo han hecho bien. Por eso tengo esa esperanza de que todo va a salir mejor (se ríe).

Para el Aula Valladolid es prácticamente algo novedoso.

Llevan dos años sin clasificarse a esta fase final, y es un equipo que a un solo partido es muy peligroso. Sé que tienen ilusión y las hace más peligrosas.

¿Bera Bera tiene mucho que perder mañana?

Más que ellas, sí. Tiene que ser una exigencia estar, por lo menos, en semifinales. Pero tenemos mucho que ganar. Poca gente confiaba en este equipo al principio de la temporada, con todos los cambios que ha habido y por cómo comenzó la liga. Vamos a por todas.

Al principio le costó acoplarse al sistema de juego. ¿Cómo se encuentra ahora?

Ahora me encuentro mucho mejor. Es verdad que me costó mucho porque hay mucha sistemática. A mí me gusta mucho pero es quizá demasiado cerrada, no hay opción al juego libre, donde dejas más rienda suelta a lo que salga. Son acciones que me gustan mucho y además venía del Aula Cultural en el que todo era juego libre, no había nada de sistemática. El contraste me costó, ahora me he acostumbrado más.

Ha renovado antes de concluir la temporada y en plena lucha por los dos títulos. ¿Qué ha valorado a la hora de firmar?

Aquí estoy muy bien. No puedes estar en un sitio mejor en lo que respecta a la División de Honor. Trabajas para luchar por todo. Se entrena duro y mucho, y eso me gusta.

Otra opción era ir al extranjero. Pero a mí me importa mucho estar cómoda, más allá del balonmano. Porque el balonmano lo practicamos dos o tres horas al día, y el resto del día valoro mucho estar a gusto, contenta, porque a mí me influye mucho a la hora de rendir. Aquí estoy muy bien, estoy cerca de casa para ir cuando lo necesite, con las compañeras hacemos mucha vida de equipo y creo que eso en el extranjero no se tiene tanto.

Cuando se lesionó en Gran Canaria se activó la alerta porque era una de las piezas insustituibles. ¿Qué pensó en esa acción?

Lo primero que pensé en ese momento fue la rabia que me daba perderme ese partido. Lo habíamos preparado fenomenal, estábamos súper concienciadas y estaba 100% segura de que íbamos a ganar ese partido. Era el partido que estábamos esperando todas. Estaba ansiosa por jugar y en el momento que me lesioné pensé en la mala suerte de tener que perderme precisamente ese partido.

¿Le vino bien descansar?

Por una parte descansas, pero pierdes mucho ritmo. Ahora me está costando mucho entrar porque, al fin y al cabo, durante un mes he estado que si una semana parada, luego intentaba, otra vez recaída... He perdido tanto ritmo, estaba tan bien físicamente antes de ese partido, que ahora me está costando.

Por lo demás, hay que sacarle el lado positivo y creo que a Esther [Arrojería] le ha venido fenomenal, y por tanto, también al equipo. Ahora viene un momento clave de la temporada y necesitábamos que estuviese enchufada. Por esa parte hay algo positivo.

¿Siempre trata de ver el lado positivo?

Eso intento. Hay veces que es imposible pero lo intento (se ríe). Es la forma de que las cosas vayan bien y avanzar.

¿Cómo gestiona esa presión o esa autoexigencia?

Estamos trabajando ahora con un psicólogo en el equipo. Es verdad que yo me exijo mucho, soy muy crítica conmigo misma, pero normalmente para tener una visión más real del partido siempre hablo con una amiga, compañera del Aula Cultural, Teresa Álvarez (central), que suele ver nuestros partidos. Después de mi partido le digo las cosas que he hecho mal y ella, en cuanto ve el partido, me manda un resumen diciendo lo que hecho bien y lo que no he hecho tan bien. Me ayuda a tener una visión más real.

Ha mencionado la figura del psicólogo. ¿Es importante?

Yo creo que sí. Pocos equipos lo tienen pero creo que todos los deportistas de alto nivel suelen contar con uno. Hay una parte importante en esa fase que es creer que eso funciona. Nosotras hemos empezado a trabajarlo y creo que nos ha hecho mejorar en muchas cosas. Por ejemplo, nos hace fijarnos en aspectos que antes no nos fijábamos, o nos hace valorar otras cosas, a pensar de una forma más positiva. Todo ayuda.

Fortalecer el grupo será uno de los objetivos.

Nos comunicamos mucho entre todas en esas sesiones. Escuchando a otras compañeras cómo se sienten en la pista te das cuenta que hay mucho más detrás de un partido bueno o malo. Hay cosas importantes por conocer de las compañeras y así poder valorarlas.

Un pronóstico para la Copa.

Yo creo que sí se dará alguna sorpresa. He de decir que personalmente me gustaría mucho, que si pasamos a semifinales, nos tocase con el Málaga. Tenemos una espinita del partido perdido aquí en liga.

En el otro lado, si jugase en el Rocasa, Mavi Nuevas Tecnologías me daría miedo. El Rocasa llega de semanas complicadas, de competición europea y físicamente les puede pasar factura porque Mavi sabe anular al rival. Va a ser complicado.