ELA anunció ayer que ha acordado con la Federación Española de Asociaciones dedicadas a la Restauración Social (Feadrs) el desistimiento de la demanda presentada contra el Acuerdo Interprofesional de Estructura, firmado por Confebask y los sindicatos para dar prioridad a los convenios de la CAV.

En un comunicado, el ELA señaló que «esta decisión por parte de Feadrs hubiese sido imposible sin la determinación de las trabajadoras de las empresas de restauración colectiva asociadas a esta patronal», en las que este sindicato había convocado una jornada de huelga para el martes, coincidiendo con la vista judicial en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV).

«Tal como dijo ELA al recibir la demanda de Feadrs, el objetivo debería ser la retirada de la demanda por parte de la patronal, y para ello resultaba imprescindible actuar en el ámbito concreto en el que incidía la demanda, en todo caso con anterioridad a la celebración del juico», remarcó la central, que desconvocará las movilizaciones cuando reciba el desistimiento formal de la demanda.

Respuesta de LAB y CCOO

El acuerdo anunciado por ELA suscitó el receló de otros sindicatos, que advirtieron de que este se cerró en un encuentro de conciliación con Eurest, una empresa que, según indicó LAB, no está dispuesta a salirse del convenio sectorial estatal.

«Por tanto, sigue sin haber ningún acuerdo que haga frente de forma efectiva a la estatalización en Eurest, continuando hoy las trabajadores de esa empresa, al igual que miles en nuestro país, con las condiciones laborales estatalizadas y precarizadas», indicó esta central abertzale, que exigió a la patronal estatal que anuncie la retirada de la impugnación del Acuerdo Interprofesional en la junta consultiva del lunes.

Por su parte, CCOO afirmó que «ELA vuelve a hacer gala de una burda manipulación para esconder su propio interés pro clientelar». «Ha desconvocado una huelga a la que llamaba a todas las trabajadoras del sector para beneficiar únicamente a las trabajadoras de un centro de trabajo de la empresa Eurest. Buscaba la resolución de un problema puntal sacrificando a todas las trabajadoras», añadió.