La película de Ernesto Daranas “Los dioses rotos” (2008) ya había sido seleccionada por Cuba para los Óscar, lo mismo que su posterior “Conducta” (2014), con la que además ganó el festival de La Habana. En ese mismo certamen se ha llevado ahora el Premio del Público con “Sergio & Sergei” (2017), para cuya realización ha necesitado una coproducción internacional por la intervención de intérpretes anglosajones en el reparto, destacando la presencia de Ron Perlman en el papel de un periodista estadounidense que se siente muy atraído por la propaganda del programa espacial soviético, y recala en Cuba para investigar lo que está sucediendo en medio de la crisis social y económica provocada por la caída de la URSS en el año 1991.

Ernesto Daranas se sirve de la base histórica para introducir una curiosa y llamativa historia de amistad y hermanamiento soviéticocubano. Justo cuando todo el sistema parece venirse abajo, dos personas consiguen conectar y solidarizarse la una con la otra para sobrevivir a la situación de olvido generada por la coyuntura rupturista y el orden de prioridades. Es así como un radioaficionado cubano establece contacto con el cosmonauta soviético abandonado a su suerte en la estación orbital Mir. Los respectivos cometidos son desempeñados por Tomás Cao y Héctor Noas.

Las conversaciones que intercambian son muy cotidianas, y gravitan en torno a la escasez de alimentos y de combustible que se vive en la isla, con los consiguientes conflictos domésticos para las familias que sufren la situación. Gracias a esas charlas y su trascendencia a los medios las autoridades implicadas empiezan a ser conscientes de que es necesario rescatar al hombre lanzado al espacio para traerlo de regreso a la tierra, donde ha encontrado un nuevo amigo que le ha servido de mucha ayuda en medio de la inmensa soledad del cosmos.