«Después de una derrota, el primer día siempre es duro, pero luego hemos vuelto a trabajar. Sabemos nuestro objetivo; no hay que llorar, sino trabajar y repetir un partido como el último que jugamos en casa ante Gran Canaria». La derrota en Badalona fue un mazazo terrible para RETAbet Bilbao Basket. Los bilbainos perdieron el basket average contra la Penya, y aunque se mantienen fuera de los puestos de descenso con una victoria de margen, sumar es indispensable para respirar y no depender de otros resultados.

En principio, tanto Joventut, como Betis, como el Tecnyconta Zaragoza –empatado con los hombres de negro con 8 victorias, aunque con el basket average favorable al cuadro maño– tienen rivales bien complicados: UCAM Murcia –rival maño–, Gran Canaria –visita Sevilla– y San Pablo Burgos –los castellanos podrían sumar su undécima victoria ante los verdinegros–. Es decir, que la visita de un Morabanc Andorra, que a día de hoy ocupa la séptima plaza con un balance de 16-12, no es necesariamente el más difícil para todos aquellos implicados en eludir el descenso. Además, los de Joan Peñarroya todavía no han ganado en ninguna de sus visitas a Miribilla, un Bilbao Arena que volverá a rozar el lleno, después de subir la cuesta hasta el pabellón a ritmo de batukada, citada a partir de las 11.00 en el puente de San Antón.

Por fortuna, a los hombres de negro no les va a faltar aliento de su afición, aunque tal vez sí algo de físico. Una «rotura de grado dos a nivel de músculo oblicuo interno derecho» ha dejado fuera de combate a Nikola Rebic, al tiempo que el concurso de Lucio Redivo está en duda, por culpa de un problema en el pie. Se conoce que no es posible conjuntar al plantel bilbaino al completo en ningún momento, aunque puestos a ver las cosas desde el optimismo, Dejan Todorovic ha ido mejorando a lo largo de la semana. «Seguro que va a estar mejor que el otro día», dijo Veljko Mrsic en referencia al día de Badalona.

«Nos falta calidad»

Un Mrsic que sorprendió en su rueda de prensa semanal por mostrar una cruda honestidad. A tal punto, afirmó que a la plantilla «le falta calidad», y que, pese a tener capacidad de jugar bien al baloncesto, también depende de que el rival ande más flojo de lo habitual.

«No tenemos la calidad suficiente para depender solo de nosotros. Cuando jugamos contra equipos que tienen un buen día y nosotros no estamos a tope, cualquier cosa puede pasar, como pasó en Badalona, donde jugamos un mal partido. No podemos permitirnos el lujo de que un jugador no juegue bien. Si Jonathan –Tabu– entra en problemas de faltas desde el primer cuarto, el equipo tiene dificultades para ganar o competir», reconoció.

Como esa afirmación pudiera tener un mal efecto, el preparador croata quiso añadir varios matices. Por ejemplo, afirmó que «debemos poner los pies en el suelo, ser humildes y no estar, como después de ganar a Gran Canaria, como si hubiéramos ganado un título, y tres días después como un funeral. He dicho al equipo que hay que bajar un poco porque si celebras mucho, esa misma emoción marca para el próximo partido, donde no hemos estado».

Mrsic, convencido de que pueden lograr la permanencia, «pero siempre estando unidos», añadió que el actual Bilbao Basket se encuentra «en un período de transición y no es el de hace cuatro o cinco años».

«Somos un equipo con una mezcla de jóvenes que tienen futuro algunos de ellos, y de veteranos que no pueden rendir como hace algunos años. Hay que reconocerlo y creo que nuestra afición lo reconoce porque está a tope con el equipo. Llena Miribilla cada semana y eso nos ayuda mucho», recalcó.

A propósito del recuerdo de la victoria frente a Herbalife Gran Canaria, el técnico recalcó que, a diferencia de lo ocurrido aquel día, frente a Morabanc Andorra «no podemos permitirnos tener diez minutos malos». Según Mrsic, «tenemos que estar bien en ataque para que no nos metan puntos fáciles al contraataque, y jugar como un bloque para tener opciones. Si estamos así, confío en el equipo».

Misión imposible de GBC en el Palau

Después de alcanzar las 12 victorias ansiadas y de tener la permanencia técnicamente garantizada, Delteco Gipuzkoa Basket busca nuevos retos en su camino. Sin ir más lejos, su visita al Palau Blaugrana a partir de las 12.30 se circunscribe en un «reto de altura», como lo definiera Porfi Fisac en su habitual alocución semanal.

Un reto casi imposible, habida cuenta de que a la baja de Henk Norel –que sigue sin reponerse de su rotura fibrilar– se le suma la de Fede Van Lacke; el de Santa Fe padece una sobrecarga en el cuadriceps. Asimismo, Clark y Dani Pérez son duda, de modo que los siete jugadores sanos: Chery, Pardina, Swing, Agbelese, Salvó, Fakuade y Oroz serán, ante todo, los que deban intentar hacer frente al Barça.

Aun así, Fisac no piensa cambiar sus planes. «Tenemos que jugar sin miedo, con muchos tiros. Puede parecer un suicidio ir así al Palau, pero eso hemos hecho toda la temporada», explicó. A. G.