El Ibex conquistó ayer los 9.900 puntos después de cinco subidas consecutivas. No había cerrado por encima de ese nivel desde el 27 de febrero. Los mercados estrenaron la semana sin grandes referencias. Tan solo se constataba, de nuevo, la buena marcha de la economía estadounidense, según los índices PMI de manufacturas y servicios de abril. En ambos casos superaban las previsiones de los analistas y los datos del mes anterior.

Por otro lado, se respiraba mayor tranquilidad en el ámbito geopolítico, donde las noticias de Corea del Norte, con la suspensión de las pruebas de misiles, y la posición menos amenazante de Rusia por el ataque de Estados Unidos a Siria, permiten centrar la atención en los resultados empresariales. Asimismo, se apagan los ecos de la confrontación retórica de Estados Unidos y China tras el anuncio de las medidas proteccionistas de Trump.

El Ibex terminó con 9.922 puntos, después de sumar un 0,38%. Recorta su pérdida anual hasta el 1,21%. En el resto de las bolsas europeas también ganaron las compras. El Cac subió un 0,48%, el Dax, un 0,25%, y el Ftse 100, un 0,42%. La apertura en Wall Street, aunque al alza, no tenía la energía suficiente para borrar la huella negativa de las tres caídas consecutivas anteriores. En el Ibex, el mejor fue Mapfre (+2,13%), animado por una recomendación. Le acompañaron en la lista de ganadores Caixabank (+1,42%) y Sabadell (+1,41%). Entre los perdedores, destacaron Acerinox (-1,72%) e Indra (-1,53%). Hoy abren la temporada de resultados Iberdrola (-0,16%) y Santander (+1,20%). Dentro del Cac, las subidas eran encabezadas por Airbus (+2,11%), impulsado por la bajada del euro frente al dólar, mientras que Pernod Ricard (-1,83%) registró el mayor recorte.