El informe médico forense sobre los daños de los guardias y sus novias se realizó basándose en sus declaraciones a la autora del mismo, que no les examinó apenas, según declaró ayer en la sexta sesión del juicio a los jóvenes de Altsasu que está teniendo lugar en la Audiencia Nacional española.

La forense del Instituto Navarro de Medicina Legal (INML) explicó que al teniente se le aplicó un solo punto de sutura en el labio y que no tenía lesiones dentarias provocadas por los golpes recibidos. Describió las heridas en la cabeza como «un chichón». El sargento, por su parte, tenía un hematoma «importante» tres semanas después de los hechos, pero no una patología ósea aguda.

La forense explicó que para realizar su informe se reunió una sola vez con los afectados, el 10 de noviembre, y que no volvió a reconocerlos posteriormente para ver la evolución de las heridas. Trató de justificar esta circunstancia señalando que el teniente se había trasladado al domicilio de sus padres, en València, y que no consideraba oportuno hacerle volver a Nafarroa para este trámite.

Preguntada por si tuvo en cuenta los antecedentes de lesiones previas del teniente a la hora de determinar la fractura de tobillo, respondió que no, que se limitó a constatar que era una persona joven y a dar por bueno el relato de que recibió una patada que le manifestó el propio agente, considerándola compatible con una paliza.

Por lo que se refiere a la novia del teniente, los daños físicos que presentaba eran tendinitis en el hombro, dolor dorsal y abdominal y hematomas en el glúteo. La forense subrayó que eran más graves las secuelas síquicas que padecía, llegando a llorar en la consulta porque no entendía los motivos por los que gente que le conocía le había agredido.

Las lesiones de la novia del sargento eran dolores en el muslo y contractura vertebral, por lo que tuvo llevar collarín durante cuatro días. «Se me olvidó», respondió cuando las defensas le preguntaron por qué no mencionó la existencia del collarín en su informe.

Seguimientos

Un capitán de la Guardia Civil señaló que Jokin Unamuno y Adur Ramírez de Alda participaron en una protesta frente a la iglesia de Capuchinos contra una misa de la Guardia Civil, pero reconoció que no había ninguna convocatoria a este acto por parte de Ospa. Tampoco aparecen en los informes el número de placa de los agentes que practicaron este trámite.

Tampoco aparece esta acreditación en la identificación de Unamuno y Ramírez de Alda como participantes en una manifestación proamnistía «convocada por la disidencia de la izquierda abertzale, la gente más radical». Asimismo, atribuyó al «trabajo de campo», sin más detalles, que se hubiera detectado a Aratz Urrizola en una reunión preparatoria de los actos de Ospa Eguna que tuvo lugar en Gure Etxea.

Por otra parte, peritos de la Guardia Civil relataron que tras analizar los móviles incautados a los enjuiciados, detectaron la existencia de programas para borrar datos o la instalación de Snapchat, un programa de mensajería que borra las imágenes automáticamente. El objetivo sería probar que el ataque se coordinó con estos móviles.

El documento de la Guardia Civil sobre Ospa se analizará hoy

El informe elaborado por la Guardia Civil sobre la existencia de una supuesta organización llamada Alde Hemendik u Ospa, la base para que las acusaciones consideren este caso «terrorismo» y el motivo por el que se juzga en la Audiencia Nacional española, será analizado hoy.

Inicialmente, estaba previsto que la declaración de sus autores como peritos hubiera tenido lugar ayer, pero el resto de declaraciones se prolongó más de lo previsto y finalmente, la Sala optó por retrasarlo hasta hoy para que se lleve a cabo en un acto único y no en dos días diferentes.

Según explicaron fuentes judiciales, esta circunstancia obligará, casi con completa seguridad, a prolongar las sesiones previstas en este juicio, que estaba previsto que finalizara el viernes. Parece imposible que declaren todos los peritos, se analicen todas las pruebas documentales y se presenten todos los informes antes de esa fecha. Especialmente, porque las sesiones tienen que terminar antes de las 14.00 por necesidades de la Audiencia Nacional.

El calendario no contribuye a encontrar una fecha libre, ya que además del martes, el miércoles también es festivo en la Comunidad de Madrid. El juicio no se retomaría, por tanto, antes del jueves 3 de mayo, si hubiera disponibilidad de salas.

Por otra parte, una representación de los sindicatos CCOO, ELA, LAB, ESK, CGT, Steilas, EHNE e Hiru acudirá hoy a las puertas de la Audiencia Nacional.M.D.