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DONOSTIA

Laboral Kutxa cierra 2017 con una difícil subida de beneficios

La cooperativa de crédito vasca logró en 2017 un total de 121,4 millones de euros de beneficio después de impuestos, lo que supone un incremento del 9,1 % respecto al año anterior. Sus responsables resaltan esta evolución positiva en un contexto de tipos muy bajos.

Durante la celebración de la asamblea general ordinaria, celebrada el sábado en el Kursaal donositarra, Julio Gallastegi presentó los principales datos registrados por Laboral Kutxa en el pasado ejercicio. Según informó la entidad en una nota de la que se hicieron eco las agencias, destacó el «mérito» de los resultados alcanzados «a pesar de la dificultad para generar negocio típicamente bancario por la extraordinaria situación de los tipos de interés».

El director general comentó que «en un entorno competitivo donde una de las principales preocupaciones de la banca es recuperar las cotas de rentabilidad perdidas durante la crisis», Laboral Kutxa «ha mejorado su rentabilidad en relación a sus recursos propios (ROE), que se eleva hasta un 7,53%».

Otros elementos «ilustrativos del buen estado de salud» de la entidad que citó fueron «la baja ratio de morosidad» con la que la cooperativa ha cerrado el ejercicio, 5,09%; los «altos niveles de liquidez», LTD 78,1%; y su «gran fortaleza medida en términos de solvencia», con un CET1 que se sitúa en el 18,14%.

En cuanto al ejercicio de 2018, proyectó un escenario en el que la rentabilidad del negocio recurrente «va a continuar condicionada por el comportamiento de tres variables significativas: la evolución del crédito, los tipos de interés y la morosidad», al tiempo que se mostró confiado en «una progresiva mejora de la inversión crediticia» y un «comportamiento favorable en el apartado de la morosidad».

Sobre la actividad comercial de la red de ventas, Gallastegi avanzó un enfoque «orientado al negocio mercantil, la comercialización de seguros y otros servicios que favorezcan la cuenta de resultados y la diversificación del pasivo hacia figuras de intermediación ajenas a balance».

Por su parte, el presidente de Laboral Kutxa, Txomin García, enumeró los principales retos estratégicos a los que se debe enfrentar la entidad en un entorno bancario «sometido a una gran presión regulatoria» que, según describió, «encarece las exigencias de capital» y al que se añadirán «nuevos hitos normativos que tendrán especial incidencia en el futuro inmediato, como la ley de protección de datos, la directiva PSD2 y la nueva Ley Reguladora de los Contratos de Crédito Inmobiliario», entre otros. Una situación ante la que, según aseguró, Laboral Kutxa «ha adecuado sus estructuras y procesos para cumplir con todas las exigencias».