Inicialmente no estaba previsto que el vídeo que Iñaki Abad grabó, tras salir de trabajar, en el exterior del bar Koxka pudiera visionarse, ya que la Sala no lo aceptó entre las pruebas presentadas por la defensa. Finalmente, se aceptó con el juicio ya iniciado y se proyectó ayer, tras pixelar a los testigos protegidos que aparecen en la grabación.

Las imágenes no son de buena calidad. Se grabaron con un móvil de madrugada pero son una de las pocas pruebas que se han podido presentar, más allá de los testimonios de acusadores, enjuiciados y otras personas que se encontraban en la zona.

El ambiente que muestran es el de una discusión con los agentes de la Policía Foral que acuden al lugar de los hechos. Hablan en castellano, recriminando a los agentes la actitud del sargento de la Guardia Civil. En ningún momento se escucha ni «Alde Hemendik», ni ningún grito contra el instituto armado ni aparecen amenazas de ninguna clase.

Lo que sí se ve es que la camisa que viste el sargento es de un blanco impoluto, lo que desacredita completamente su declaración de que la tenía completamente manchada debido a las patadas que recibió.

Otro de los elementos que aparece claramente es que el sargento dio un manotazo a Abad mientras estaba grabando con el móvil.

Asimismo, el sargento mantiene contacto visual con varios de los enjuiciados pero no los reconoce, a pesar de que, según su declaración, habrían participado presuntamente, apenas minutos antes, en una agresión multitudinaria contra él, su novia, su teniente y la novia de este. Cruza sus miradas con ellos y no los reconoce.

Otro elemento que puede verse en el vídeo grabado por Iñaki Abad es que, acompañado de agentes antidisturbios de la Policía Foral, el sargento acude al acceso del bar Biltoki para tratar de identificar a los supuestos agresores, llegando a subir las sudaderas que vestían.

Adur en el frontón Burunda

En la sesión de ayer también se pudo visualizar el vídeo de la retransmisión del partido del Cuatro y Medio que ETB realizó el 14 de octubre de 2016 y al que asistió Adur Ramírez de Alda, uno de los encarcelados, junto a varios amigos con los que celebraba una despedida.

En este vídeo, que inicialmente también fue rechazado por la Sala y que fue admitido finalmente con el juicio ya iniciado, puede verse a Ramírez de Alda con una camiseta negra, una vestimenta completamente diferente a la que, según señaló la novia del teniente, portaba cuando le agredió en el Koxka. Adur niega haber estado en ese bar esa noche.

En la jornada de hoy, la novena del juicio, podrán visionarse más vídeos que han aportado las acusaciones. Hay que traducirlos del euskara al castellano. Por eso no se vieron ayer. Supuestamente, recogen acciones llevadas a cabo por Ospa.

Rechazan la agresión múltiple

Dos peritas médicas propuestas por la defensa cuestionaron asimismo que la agresión que padecieron los guardias y sus novias fuera de carácter multitudinario, como ellos sostienen, sino que destacaron que es posible que fuera un solo agresor. En el caso del teniente, señalaron que un golpe directo en la pierna no es la causa más habitual para una fractura de tibia y peroné como la que sufrió en el tobillo. Pisar mal un bordillo podría ser el origen de una lesión de este tipo señalaron.

Además, declararon que las lesiones del teniente son compatibles con un solo agresor y que de haberse producido una agresión múltiple habría más lesiones y que estas serían de más intensidad. En este sentido, señalaron que llama la atención la ausencia de heridas defensivas. Las peritas realizaron el mismo diagnostico sobre las novias de los guardias y mostraron su extrañeza por el prolongado tiempo de curación de los hematomas que sufrieron.

 

Denuncia del juicio por parte de diputados

Diputados de distintas formaciones del Congreso acudieron ayer a las puertas de la Audiencia Nacional española para mostrar su apoyo a los enjuiciados y sus familias.

«La locura del Estado quiere pasar por encima de la vida de unos chavales y quiere hacerlo con sed de venganza», destacó Oskar Matute, de EH Bildu, quien subrayó que «este juicio está demostrando el montaje político y judicial que se ha creado para juzgar estos hechos con tal desproporción que en ningún caso debió haberles traído a la Audiencia Nacional y que no tendría que dar lugar a la cárcel que ya sufren tres de ellos». Por ello, reclamó que «exista una justicia real y que en este caso haya proporcionalidad y no peticiones desorbitadas como las que tienen que hacer frente los acusados en este caso», de entre doce y 62 año.

«Este caso se ha salido de los cauces habituales de un juicio por una pelea como la que hay miles en el Estado español», señaló Eduardo Santos diputado de Unidos Podemos por Nafarroa, que acudió acompañado por las también diputadas Nagua Alba y Rosa Martínez. «Lo que sobra es el concepto de terrorismo aplicado a esta agresión, que se produjo en un contexto de altas horas de la madrugada en un bar, por lo que debería haberse enjuiciado con juez natural y no en la Audiencia Nacional».

«Estamos aquí por un juicio que nunca debió haberse celebrado en la Audiencia Nacional como si fuera de terrorismo. Cuando estamos hablando de un incidente que en otros sitios habría acabado de manera muy rápida», indicó el diputado de ERC Jordi Salvador, que estuvo junto a Bernat Picornell y Elisenda Pérez, senadores de esta formación catalana.

«Es una muestra más de que este Estado está podrido en muchos aspectos. El sistema judicial deja mucho que desear. Tenemos que denunciar la deriva autoritaria del Estado, que tiene muchas manifestaciones y una de ellas es este juicio», añadió Salvador.M.D.