Iñaki TELLERIA
LIGA DE CAMPEONES

El infierno que nunca se acaba

El Madrid accede a su tercera final consecutiva ante una Bayern que fue mucho mejor y al que penalizaron dos errores puntuales.

REAL MADRID 2

BAYERN DE MÚNICH 2


El idilio del Real Madrid con la Champions no parece que se vaya a acabar nunca. Ayer se clasificó para jugar su tercera final consecutiva y mucho tendrá que currárselo el rival para que no sea tercero seguido y decimotercero de la historia. Vamos, que, aunque en semifinales no ha comparecido Cristiano, en la final podemos tener tabletas.

Ayer el Bayern fue infinitamente superior, pero dos errores, uno de marcaje en la primera parte y otro del portero, en la segunda, mandaron al carajo su excelente trabajo.

De salida, Zidane apostó en el centro del campo por Kovacic en lugar de Casemiro y puso a Vázquez haciendo de Carvajal, mientras que Heynckes optaba por Tolisso en lugar de Javi Martínez. Con estos mimbres comenzó un partido de ritmo trepidante que no tuvo un momento de relajación. De hecho, ya en el 3 Kimmich marcaba el primero y ocho después empataba Benzema. Juego de ida y vuelta, pero era el Bayern el que ponía la calidad con un trato excelso al balón que le permitía llegar al área madridista con cinco jugadores. Además, la banda izquierda con el rejuvenecido Ribéry y el portentoso Alaba fue una autopista en la que Vázquez no encontraba la forma de contener la avalancha que le llegaba. Sin embargo, no fue suficiente para cobrar ventaja sobre el Madrid porque el acierto no fue, como en la ida, el fuerte del Bayern. Falló James una bajo la línea de gol y luego el árbitro al no pitar un penalti de Marcelo en los mismos morros del asistente de meta.

Nada más comenzar la segunda parte llegó el regalo de Ulreich, el portero que llevaba una temporada excepcional y había hecho que casi se olvidarán de Neuer, y cantó en una cesión comprometida de Alaba en la que no se sabe cómo quería dar al balón. Su extraño escorzo lo dejó a pies de Benzema, que marcó y quedó así redimido entre los suyos. El Bayern dijo «de perdidos al río», recuperó el «a lo loco se vive mejor» de Bielsa y se echó el tromba sobre la portería. No tenía nada que perder. Su asedió fue premiado con el gol de James, que no celebró, y que ponía a los suyos a solo uno de la final. Lo intentaron de todas las maneras, pero también Navas quería reivindicarse y paró todo lo que le llegaba.

Final en Kiev el día 26

La final entre el Real Madrid y el clasificado hoy en la eliminatoria entre la Roma y el Liverpool se jugará el sábado 26 de mayo en el NSC Olimpiyskiy Stadium de Kiev, capital de Ucrania.