El líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, permitió anoche que el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la Lega Nord, con la que la formación del ex primer ministro está coaligada, debatan «in extremis» un posible pacto de Gobierno en el país.

Ambos partidos, los grandes ganadores de las elecciones del 4 de marzo en Italia, solicitaron al presidente, Sergio Mattarella, un plazo de 24 horas para debatir un «posible» acuerdo de Gobierno. Lo pidieron y al parecer lo consiguieron, justo cuando Mattarella debía designar un gabinete «neutral», provisional y de corte técnico, ante la falta de acuerdo de los partidos tras los comicios generales del 4 de marzo, en los que ninguno obtuvo mayoría suficiente para gobernar.

La idea del jefe del Estado, árbitro tras las elecciones, era que ese Ejecutivo, tras obtener la confianza del Parlamento, permaneciera vigente hasta diciembre para dar tiempo a las negociaciones de los partidos para formar Gobierno. Si lo lograban, ese Ejecutivo presentaría su dimisión y si no, conduciría al país a unas nuevas eleccio- nes a principios de 2019. El M5S y la LN rechazaron la idea.

El M5S y la LN han manifestado repetidamente su predisposición a gobernar juntos pero esto no se ha producido porque el líder de la Lega, Matteo Salvini, se niega a romper con su socio de coalición, Silvio Berlusconi, tal y como le reclama el M5S, cuyo líder, Luigi di Maio, ve como interlocutor solo a Salvini y ha descartado un Gobierno con sus socios, Berlusconi y los ultraderechistas Fratelli d’Italia.

Por eso en los últimos días habían crecido las peticiones para que Berlusconi diera un paso al lado y permita un Gobierno entre el M5S y la LN.

Anoche Forza Italia afirmó que, «si otra fuerza política en la coalición de centroderecha asume la responsabilidad de formar un Gobierno con el M5S», no impondrá «vetos». Aseguró que este gesto de Forza Italia no pone fin a la alianza conservadora, aunque matizó que no votará a favor de ese eventual Ejecutivo en el Parlamento.

Forza Italia no votará «la confianza», pero valorará «de forma serena y sin prejuicios las posibilidades de un Gobierno que eventualmente nazca, sosteniendo lealmente (...) los procedimientos que estén en línea con el programa del centroderecha» y que resulten «útiles para los italianos».