La Unión Europea (UE) celebró ayer el Día de Europa con el sentimiento de que se avecina un cambio de ciclo tras la salida de Reino Unido del bloque en 2019. Además, la Eurocámara fruto de las elecciones de mayo reflejará un nuevo mapa político.

La UE, que desde hace 33 años ha aumentado en tamaño y poder, vivirá en 2019 su primera reducción con la marcha de Reino Unido, que nunca estuvo del todo convencido de entrar. Está previsto que el 29 de marzo se consuma el Brexit, lo que deja menos de un año para finalizar unas complejas negociaciones entre Londres y Bruselas.

La marcha de un aliado natural como Reino Unido se da en un momento de distanciamiento con EEUU, creciente tensión con Rusia y conflictos de facto o latentes en Oriente Medio.

A nivel interno, el Brexit y los cambios de Gobierno en varios países, auguran una modificación de los equilibrios de poder en la Unión.

La Francia de Emmanuel Macron quiere relanzar la alianza franco-germana, para lo que ten- drá enfrente a la coalición liderada por la Angela Merkel, cuya política continuista promete estabilidad pero pocos avances en la reforma del euro.

Al eje París-Berlín se oponen las nuevas alianzas, como el Grupo de Visegrado y los bloques de «austeros» liderados por Países Bajos y nórdicos.

La negociación del presupuesto 2021-2027, la reforma de la eurozona y la política migratoria serán los principales frentes.

Además, el auge de partidos de ultraderecha, populistas y euroescépticos en varios Estados, unido al declive de socialdemócratas y otros partidos tradicionales hacen prever un nuevo mapa político en la Eurocámara.