Cientos de personas acudieron ayer al mediodía a un sentido homenaje a la figura de José Luis Cano, muerto a manos de la Policía española en medio de las protestas de la Semana pro Amnistía de 1977. La cita tuvo lugar en la calle Calderería, en el mismo lugar donde el vecino de Orereta fue alcanzado mortalmente por una bala de las Fuerzas de Orden Público. El crimen quedó impune. El policía que le disparó fue arrestado en un primer momento, y amnistiado en unos meses a través de la Ley de Amnistía.

Cano, vecino de Orereta, participaba en la huelga general del 13 de mayo de en la capital navarra. Debido a las cargas policiales, se refugió en un bar. Sin embargo, los policías lo sacaron de allá y lo mataron. Testigos aseguran que los policías le pisaron los testículos cuando ya había fallecido. Tenía 28 años.

En el acto estuvieron presentes responsables de EH Bildu y Sortu. El alcalde de la ciudad, Joseba Asiron, reivindicó su figura y la necesidad de memoria sobre lo sucedido en las redes sociales.