Raimundo Fitero
DE REOJO

Españoles

Este espectáculo político camina hacia el abismo por el lado de la extrema derecha y hacia la nada por el lado de la izquierda. El eje Este-Oeste no encuentra en la brújula nada más que extremo centro. Pero pasando un domingo viendo noticiarios, películas de espiritismo y algunas entregas del directo más pegado a la irrealidad, uno acaba pensando que lo único que se puede sacar en claro es que los síntomas de la enfermedad preparan un diagnóstico de gran gravedad y de difícil solución.

La ceremonia patriótica de Ciudadanos en Madrid huele mal. Muy mal. Huele tan mal que apesta. Crear una plataforma del nacionalismo español más agreste puede tomarse a broma o entenderse como algo que va a provocar más violencia verbal y más ultranacionalismo. Para estos falsarios de Cs, luchan contra los nacionalismos con nacionalismo español, que es el bueno. El que se tiene por la gracia de Dios. Escuchar de nuevo a la soplagaitas de Marta Sánchez cantando el himno, llorando emocionada (mentira, es mala actriz) es patético. Y escuchar a Albert todo por España asegurar que él solo ve españoles, no a personas de diferentes clases, géneros y condiciones, solo españoles, es una de las manifestaciones más aberrantes escuchadas en los últimos tiempos. Un caudillo muy tóxico.

Escuchar a J.C. Monedero defendiendo el chalé de las narices, la consulta de la ignominia, nos coloca ante la desesperación. Estos fundadores de Podemos son unos inconsistentes políticos. No tienen ni idea, no tienen proyecto político, lo tienen personal. El argumentario de la casta dirigente de Podemos es lamentable, ese asqueroso y tú más. Dan pena y producen rabia por haber abortado tantas esperanzas. Parecen ir directos hacia la extinción. Mientras, Pedro Sánchez está intentando reaccionar, pero no sabe, ni contesta. Es una efigie.