La Guardia Civil detuvo ayer a Eduardo Zaplana, exalcalde de Benidorm gracias a una tránsfuga, expresidente de la Generalitat valenciana, exministro y exportavoz del Gobierno de José María Aznar, exazote del Ejecutivo de Zapatero en el Congreso a las órdenes de Mariano Rajoy y premiado desde 2008 con asesorías bien remuneradas en Telefónica y en Logistia –dos monopolios privatizados en su día por el PP–, además de otros cargos menores como miembro del Consejo Social de la Universidad Politécnica de Cartagena por la Asamblea Regional.

Zaplana está acusado de delitos de malversación, prevaricación, blanqueo de capitales y cohecho. El Juzgado número 8 de Valencia sostiene que cobró comisiones ilegales mientras fue presidente de la Generalitat valenciana y, aunque estos pagos ya han prescrito, no lo han hecho su uso posterior ni el «afloramiento» de dinero negro.

Junto a Zaplana fueron detenidas otras seis personas; el que fuera su jefe de Gabinete, Juan Francisco García (expresidente del Estudiantes y actual candidato a la presidencia de la Liga ACB); el empresario Vicente Cotino, que en el juicio de la Gürtel confesó haber participado en la financiación ilegal del PP, y su hermano José. Otro de los detenidos es Francisco Grau, economista y exsecretario del consejo de administración de la CAM desde 1998 hasta 2007 y luego miembro de su comisión de control hasta la intervención de la entidad bancaria.

La Guardia Civil también arrestó a Joaquín Barceló Llorens, exdirectivo del parque temático Terra Mítica, y a su esposa. Barceló dirigió también el Centro de Desarrollo Turístico (CDT) de Benidorm, localidad en la que Zaplana fue alcalde antes de pasar a presidir la Generalitat, y también fue director de Formación de la Agencia Valenciana de Turismo.

Trece ministros salpicados

Con la detención de Eduardo Zaplana, hay ya nada menos que trece ministros de los distintos gobiernos de José María Aznar salpicados en distintos grados por acusaciones de corrupción. Entre ellos uno de sus vicepresidentes, Rodrigo Rato, está condenado por el uso de las tarjetas black de Bankia y tiene dos procesamientos más pendientes. El que fuera ministro de Medio Ambiente y presidente autonómico balear, Jaume Matas, ha pisado ya la cárcel.

Del Consejo de Ministros del Gobierno de Aznar de 2002 hay un 75% de integrantes enredados en asuntos turbios, la mayoría de ellos por cobro de sobresueldos en el PP.

Ocho expresidentes

Además, Eduardo Zaplana es el segundo expresidente de la Generalitat valenciana del PP, de los cuatro con los que ha contado este partido en la Comunidad, arrestado y el tercero investigado por los tribunales de Justicia por posibles delitos relacionadas con la corrupción.

José Luis Olivas, que ejerció el cargo entre 2002 y 2003, fue detenido en 2015 por las operaciones de Bancaja en el Caribe mexicano y condenado a año y medio de prisión por falsedad y delito contra la Hacienda Pública. Francisco Camps, que dimitió por el «caso de los trajes» dentro de la trama Gürtel, del que fue absuelto, está ahora inmerso en otras tres investigaciones por corrupción.

Valencia no es la única comunidad en la que la corrupción ha atrapado a los principales mandatarios del PP. Además del caso de Matas en las Illes Baleares, no se puede olvidar que cuatro presidentes y presidentas de la Comunidad de Madrid están también incursos en distintas investigaciones. Alberto Ruiz-Gallardón acaba de ser citado como investigado en el “caso Lezo”; Ignacio González fue a prisión por este mismo asunto; el papel de Esperanza Aguirre en una adjudicación fraudulenta está siendo analizado; y Cristina Cifuentes ya ha sido señalada por la Guardia Civil por cohecho y prevaricación en el “caso Púnica”, al margen del resto de irregularidades –incluidos másters y el robo de cremas en un súper de Eroski– que le llevaron a su reciente dimisión.

El PP suspendió de militancia a Zaplana en la misma tarde de ayer tras conocerse su arresto.