P rimero fueron los cineastas mexicanos, junto con los brasileños, quienes dieron el salto a Hollywood. Y ahora se diría que les toca a los chilenos, siendo Pablo Larraín quien abrió la brecha, seguido de Sebastián Lelio, que ya rueda en inglés. La merecida fama internacional como director de actrices le precede, por lo que Rachel Weisz le ha respaldado en su debut anglosajón produciendo “Disobedience”, tras admirar el trabajo que hizo con Paulina García en “Gloria” (2013) y con Daniela Vega en “Una mujer fantástica” (2017), cargadas de premios ambas para sus respectivas protagonistas. No obstante, en una decisión que le honra, Rachel Weisz se ha conformado con ser coprotagonista, dejando el lucimiento estelar para su compañera de reparto Rachel McAdams, en una brillante interpretación que está siendo considerada como la mejor de su carrera.

Sebastián Lelio ha rodado en Londres la adaptación de una novela de Naomi Alderman, donde se muestra el rechazo a la sexualidad libre de la mujer dentro de una cerrada comunidad judía ortodoxa. En la historia de amor que viven Ronit (Rachel Weisz) y Esti (Rachel McAdams) se solapan el presente y pasado de su relación, en forma de una segunda oportunidad para desafiar de una vez por todas las normas establecidas por el patriarcado.

La una se tuvo que marchar para evitar el escándalo en su etapa estudiantil, pero al regresar para el funeral de su padre se reencuentra con la segunda, de la que sigue enamorada. La posición de la que se quedó no es fácil, debido a que es la esposa del nuevo rabino, papel encarnado por Alessandro Nivola. La oposición al reencuentro es total, a sabiendas de que hay sentimientos reprimidos de por medio, y que van a ser liberados tarde o temprano.