Iratxe FRESNEDA
Profesora e Investigadora Audiovisual

El partido de los partidos en el cine: Borg & McEnroe

Sobre la hierba de Wimbledon, en 1980 se jugó un partido en el que se enfrentaban al número 1 mundial contra el número 2. El partido fue un duelo de estilos y la final entre las finales, de película. Aquella final se jugó el 5 de julio de 1980. Se impuso Borg en cinco sets con un espectacular y emocionante tie break en el cuarto set que duró 22 minutos. Borg volvió a recibir la copa dorada de la mano de la duquesa de Kent. Aquella fue la quinta y la última. «Ahora ya puedo salir y emborracharme, la próxima vez ganaré al barbudo ese», dijo McEnroe. Cumplió su promesa, y al año siguiente venció a Borg en la final. El ciclo estaba cerrado. El danés Janus Metz ha logrado en “Borg y McEnroe” que este partido vuelva a revivirse con la intensidad de lo real. En una historia en la que la narración y la forma confluyen del todo, este es un drama sobre la intensa y extraordinaria rivalidad entre los tenistas Bjorn Borg y John McEnroe. Con unas interpretaciones deslumbrantes (Shia LaBeouf y Sverrir Gudnason) la película que inauguraba la 42 edición del pasado festival de cine de Toronto, además de estar exquisitamente realizada, tiene un guion trepidante.

Con toques de “sentido del humor danés” (ácido, negro), la cinta se acerca hasta las razones y factores que hacen que una persona llegue a convertirse en el número uno además de mostrar toda la violencia implícita y explícita que rodea este proceso. Es imposible no sentir palpitar el corazón en las últimas secuencias de la cinta, jamás he asistido a un partido de tenis tan emocionante.