Más de un centenar de migrantes huyeron esta semana de un campo controlado por traficantes de personas en la ciudad libia de Bani Walid, situada a 170 kilómetros al sureste de Trípoli y conocida por ser un lugar de tránsito.

Según informó la agencia AFP citando fuentes locales y organizaciones internacionales, los migrantes, originarios de Eritrea, Etiopía y Somalia, se escaparon el miércoles por la noche y se refugiaron en una mezquita de la ciudad, donde recibieron ayuda.

Médicos Sin Fronteras (MSF) advirtió de que unas quince personas murieron y 25 resultaron heridas durante su huida. Informó también que siete de los migrantes hospitalizados tenían graves lesiones por bala. Además, muchos presentaban signos de malos tratos, así como cicatrices de heridas mal curadas.