Ya ha llegado. Después de meses de anuncios, amenazas y diálogos infructuosos, se ha hecho realidad la guerra comercial. El primer paso fueron los aranceles al acero y aluminio europeos, y desde ayer se sabe que Estados Unidos castigará con 50.000 millones de dólares las importaciones desde China. La respuesta era inmediata desde Pekín, donde se dejaba claro que aplicarán las mismas medidas impositivas a las importaciones desde EEUU.

Este fue el principal lastre para las bolsas, que todavía se encontraban ayer evaluando las consecuencias de la nueva subida de tipos en Estados Unidos y la retirada de estímulos por parte del BCE. Los inversores temen que la inflación obligue a un ajuste más rápido del previsto en el precio del dinero al otro lado del Atlántico, mientras que los bancos europeos sufren por el mantenimiento de los tipos de interés hasta, al menos, el verano del próximo año.

El Ibex perdió un 1,07%, hasta los 9,851 puntos. En la semana avanza un 1,07%, pero en el año baja un 1,92%. En Europa también mandaron las caídas. Londres, el peor, se dejaba un 1,70%; Fráncfort, un 0,74%; y París, un 0,48%. En Nueva York, el Dow Jones abandonaba los 25.000 puntos en una sesión con todos los índices principales a la baja una hora después del cierre en Europa.

En el Ibex, los bancos fueron protagonistas por sus números rojos. Caixabank cedía un 3,81%; Bankia, un 2,92%; Bankinter, un 2,56%; Sabadell, un 2,38%; Santander, un 2,19%; y BBVA, un 1,92%. Entre los grandes, solo Iberdrola (+0,78%) terminó en positivo. Telefónica perdió un 1,35% y Repsol, un 0,58%. Entre los ganadores del índice, destacaba Colonial (+1,50%). En París, recorte severo para TechnipFMC (-4,20%), frente a Michelin (+2,22%), el mejor de la jornada.