SERBIA 1

SUIZA 2

Suiza fue de los primeros estados en reconocer a Kosovo. En el once helvético de ayer ante Serbia figuraban tres futbolistas con orígenes kosovares: Berhami, Xhaka y Shaqiri. Los dos últimos fueron los encargados de remontar el tempranero 1-0 inicial y sentenciar en la segunda mitad con dos dianas que celebraron dibujando con sus manos el gesto del águila bicéfala, símbolo albanés y que sintetiza el conflicto kosovar que arrastran ambos protagonistas en su trayectoria vital. Xhaka nació en Basilea, aunque su progenitor fue encarcelado por protestar contra Belgrado y finalmente huyó a Suiza; Shaqiri nació en el mismo Kosovo. Ambos volaron sobre el nido serbio, que se había adelantando a los cinco minutos merced a un testarazo de su ‘tanque’ Aleksandar Mitrovic, el jugador que sacó del campo la bandera de la ‘Gran Albania’ que sobrevoló colgada de un dron en un Serbia-Albania de clasificación para la Euro 2016, para cabreo de los jugadores rivales.

Partido vibrante, dinámico, de alternativas, con veinticinco primeros minutos para los serbios y reacción de carácter helvética, que supo sobreponerse, ser mejor que su rival, remontar y depender de sí misma en la última jornada para ser cabeza de grupo por delante de Brasil. Mitrovic reivindicaba la figura del ‘9’ en este Mundial y adelantaba a los suyos de duro testarazo, que para algo el jugador del Newcastle cedido en el Fulham ha participado en los 15 goles de su selección en este 2018, con 13 tantos y dos asistencias. Sorprendía la facilidad con la que los balcánicos llegaban a la meta suiza, teniendo en cuenta que el conjunto centroeuropeo sumaba 23 encuentros seguidos sin conocer la derrota. Y por algo era.

Suiza mejoró con el paso de los minutos y se soltó del todo en el segundo tiempo, liderados por un enérgico y espectacular anoche Xherdan Shaqiri, al que el Stoke City inglés no va a renovar contrato, y ese golazo desde fuera del área de Xhaka. Las dos estrellas de esta Suiza multicultural, que echaba de menos un goleador al estilo del ya lejano Stéphane Chapuisat, catapultaron a su selección en un segundo tiempo en el que uno y otro equipo pudieron haber anotado algún gol más.

Ahora, Suiza opta a ser primera de grupo al depender de ella misma y jugar contra la eliminada Costa Rica, y el Brasil-Serbia se presenta como otro choque de infarto. La gran favorita y la que partía como una de los outsiders, y favoritas para la mayoría, se la juegan en otro drama más de los que se están viviendo en esta fase de grupos.