Nagore BELASTEGI
PREMIOS BAI EUSKARARI

UN BREBAJE MÁGICO QUE EXPANDE NUESTRA LENGUA

LOS ASISTENTES A LA GALA DE LOS PREMIOS BAI EUSKARARI PUDIERON DEPOSITAR SUS DESEOS SOBRE EL EUSKARA EN UN CALDERO, PARA DESPUÉS QUEMARLOS Y TENER ASÍ MUCHA CENIZA, CUANTA MÁS MEJOR, MATERIA PRIMA DE LA POCIÓN QUE LAS BRUJAS DE ZUGARRAMURDI PREPARAN PARA QUE EL EUSKARA SIGA SU CURSO POSITIVO.

El verano nos ha pillado como si no hubiéramos tenido primavera, pero lo cierto es que ya hemos dejado atrás la noche más corta del año; entre el jueves y ayer fue el solsticio de verano, que acostumbramos a celebrar la noche de hoy, víspera de San Juan. Pero las brujas celebraron sus akelarres dentro de la fecha y ayer tenían resaca. Así lo indicaron dos simpáticas brujas llegadas volando desde Zugarramurdi hasta Tabakalera, en Donostia, con la única intención de repartir los premios anuales de Bai Euskarari. «La culpa», dijeron, la tiene la propia asociación, pues hace dos años galardonó al Museo de las Brujas de la localidad navarra.

Los golpes de la txalaparta dieron la bienvenida a los asistentes y las mujeres mágicas fueron las singulares maestras de ceremonia de una gala con una iluminación escasa. Salieron a escena con unas velas e hicieron un conjuro llamando a la luz. «¿Qué tenía el brebaje de ayer? ¿Ancas de rana?», preguntó una de ellas, a lo que la otra explicó que habían festejado el solsticio, «la noche fue tan corta que no me dio tiempo de contar todas las hojas de los eguzkilore que colgaban de las puertas», aseguró.

Entre broma y broma, las mujeres recordaron que es la novena edición de la gala de entrega de premios, que los sellos de Bai Euskarari tienen ya mayoría de edad y que la propia asociación nació hace 11 años. Después llamaron a su director, Rober Gutiérrez.

«Hoy premiamos las aportaciones hechas para impulsar el uso del euskara. El año pasado fue una gala mágica –el maestro de ceremonias fue el mago Tor– y este año estamos entorno al fuego. Debemos dejar de lado las malas prácticas y aprovechar las buenas para seguir adelante, juntos, para reforzar la comunidad euskaldun y darle valor», manifestó.

En ese sentido, explicó que la asociación trata de poner al alcance de las pymes y profesionales nuevas herramientas para que el trabajo en el campo socioeconómico pueda seguir siendo en euskara.

Ya son 1.400 las empresas, comercios y entidades las que forman parte de Bai Euskarari, y a todas ellas quiso dedicarles unas palabras de reconocimiento. «¿Qué podemos hacer para que el euskara tenga un mayor espacio? ¿Qué podemos hacer para vivir y trabajar en euskara?», se preguntó el responsable de Bai Euskarari manifestando que la propia asociación hace lo posible, y que si todos lo hacemos el éxito del esfuerzo se multiplicará. «Debemos mezclar entre todos los ingredientes del brebaje mágico», dijo a la vez que aseguraba que los premiados habían mostrado su alegría y orgullo al enterarse.

Cara al futuro

Otra vez con las brujas en escena, miraron en su bola mágica y vieron el futuro de Bai Euskarari, pero se guardaron el secreto y procedieron a anunciar uno a uno a los premiados. «Las brujas necesitamos conjuros en euskara más allá del Baga Biga Higa, necesitamos palabras técnicas», dijo una, a lo que su compañera contestó que el primer premiado tiene «fuerza, sabiduría e ilusión y, sin ser ni bruja ni diablo, es un ejemplo a seguir para nuestra comunidad». Se trataba de Fideslan, un servicio de consultoría que ayuda a sus clientes a mejorar su competitividad ofreciendo soluciones personalizadas. En su labor tienen el euskara muy presente y, en la medida de lo posible, ofrecen su ayuda a las empresas de Euskal Herria en nuestra lengua.

Para el segundo premio las brujas cantaron una canción, «Kanuto zi-zilindro, zilindro, zilindro...», la cual después tenía sentido. La galardonada fue la empresa Talleres Mitxelena, de Hernani, «una cooperativa paranormal» experta en cilindros hidráulicos de gran tamaño. Según las brujas, una araña les dijo que «convierten el aire en energía, pueden atravesar el mar y son capaces de jugar con el fuego sin quemarse, ¡como nosotras!».

Además, un ratón les dijo que los responsables de Mitxelena cuando no encuentran una palabra se la inventan, a lo cual los responsables de la empresa respondieron que es verdad. «Entonces, ¿cómo diríais ‘abra cadabra’ en euskara?».

Pero la gala no terminó ahí pues repartieron un tercer premio, uno especial, el “Bai Euskarari Lagunak” que fue para Aitor Arregi y Jon Garaño, directores de la película “Handia”, gracias a la cual el euskara está dando la vuelta al mundo. Tomó la palabra Arregi: «Jon habría estado aquí encantado, así que mis palabras son también suyas. No somos los únicos que hemos hecho la película, hay un equipo entero detrás. Para nosotros es un orgullo andar por el mundo con una película hecha en euskara, ver subtítulos en francés o italiano; es una embajadora de nuestra lengua», explicó para después contar que su próxima película será en uno de los 400 tipos de andaluz que existen porque «la lengua también es una forma de narración y esa historia así lo pedía», pero no duda en que volverán a rodar en euskara.

Para terminar la gala, bebieron del brebaje mágico al que Gutiérrez había hecho referencia al principio, hecho con cenizas de deseos, que sirve para proteger y expandir el euskara. Las brujas bañaron de «brebaje» a todos los espectadores.