Iraia OIARZABAL
DONOSTIA
Elkarrizketa
NEKANE BALLUERKA
RECTORA DE LA UPV-EHU

«La universidad tiene que formar ciudadanos críticos que transformen el entorno»

Nacida en Ordizia en 1966, Nekane Balluerka lleva el timón de la UPV-EHU desde 2017. Habla con pasión de la entidad en la que ha fraguado su experiencia y afronta con optimismo los retos pendientes para «situar la universidad en el centro de la sociedad».

Lleva año y medio como rectora de la UPV-EHU, ¿cómo se encuentra en el cargo?

La valoración es muy positiva. Nos presentamos con un programa y creo que hemos cubierto una gran parte. Por ejemplo, hemos euskaldunizado 20 asignaturas obligatorias y queremos seguir en la misma línea, sobre todo en salud, que es donde tenemos más problemas. Hemos puesto en marcha cursos en competencias transversales, cursos online, píldoras formativas que pretenden fomentar una educación integral con temas como nuevas masculinidades, igualdad de género...

En internacionalización hemos incrementado un 69% el alumnado que entra, somos más atractivos que antes, y un 33% el alumnado que sale. Hemos desplegado una estrategia que llamamos “Internacionalización en casa”, dirigida a alumnos que porque no quieren o no tienen recursos no pueden salir fuera puedan adquirir competencias en otras lenguas.

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¿Cuáles son los principales retos de la UPV?

Precisamente la internacionalización es uno de ellos. Estamos desarrollando el campus eurorregional transfronterizo con la universidad de Burdeos. Es una apuesta estratégica dentro de la red Aquitania-Euskadi-Navarra porque hay un amplio margen de mejora en ese ámbito.

¿Cuál es el estado de salud de la universidad pública?

Yo diría que es bueno, pero me parece que es fundamental conseguir una estabilidad en la financiación. Por ejemplo, en infraestructuras tenemos una facultad de medicina y enfermería que no está en buen estado. Nuestros edificios ya se están quedando obsoletos.

¿Cuáles son las ramas que más demanda tienen?

Todos los grados de la rama de la salud tienen una demanda muy importante. Tienen notas de corte muy altas y se llenan completamente, hay gente que se queda fuera. Aparte de eso, los dobles grados que tenemos también tienen mucho tirón.

Predominan las ciencias...

También en ciencias sociales y jurídicas hay grados que tienen mucha demanda.

Ha mencionado la cuestión de la euskaldunización, un tema demandado constantemente por el alumnado, especialmente en medicina. ¿Cuál es su planteamiento concreto?

Los tres primeros cursos de la carrera de medicina los impartimos íntegramente en euskara. En cuarto, quinto y sexto, cuando ya los alumnos cursan sus estudios en los hospitales, no tenemos tanto margen porque lo que tenemos son médicos vinculados y en algunas especialidades no hay médicos bilingües. Nuestra política es que cuando se amortiza una plaza monolingüe sacamos una plaza bilingüe. Algunas de ellas se cubren, otras no. Estamos impartiendo cursos de euskaldunización.

La investigación es uno de los ámbitos en los que más se trabaja. ¿Cuáles son sus valores?

Una universidad que no investiga para mi no es una universidad, es una idea que se me ha discutido muchas veces. Una cosa es transferir el conocimiento que otros grupos generan y otra cosa es transferirlo y, además generarlo. Por otro lado, los grupos de investigación potentes suelen estar vinculados al territorio, lo que ayuda a que este prospere. La investigación genera mentes críticas, alguien que investiga se cuestiona muchas cosas y, además, las analiza desde un punto de vista científico. Por lo tanto, yo creo que todo es bueno, mejora la docencia, la vinculación con el territorio y permite obtener financiación a la universidad.

También se ha fomentado el modelo dual. ¿Qué implica?

Defendemos el modelo dual pero no para todas las titulaciones, hay carreras en las que no tiene sentido. Ahora, creo que tenemos que tener mucho cuidado cuando hablamos de este tema porque no creo que la formación dual signifique que tenemos que adaptarnos a las necesidades de la empresa. Cuando un alumno está en un entorno laboral también puede transformarlo.

La oferta de estudios online ha crecido. ¿Cuál es el planteamiento de la UPV al respecto?

Tenemos un amplio margen de mejora todavía. Nos gustaría que Udako Euskal Unibertsitatea fuese un centro adscrito que impartiese el máster de secundaria online. A día de hoy estamos impartiendo bastantes másteres en formato semipresencial. Yo estoy a favor de la enseñanza online, pero creo que una universidad pública, o por lo menos la nuestra, tiene que seguir siendo presencial. Lo que nos marca es un buen profesor. La formación online tiene que ser un complemento. Por ejemplo, la veo muy bien para la formación continua, para el reciclaje de profesionales.

Históricamente ha habido una brecha entre quienes pueden acceder a estudios universitarios y quienes no tienen recursos suficientes. Hoy en día, ¿se puede garantizar formación superior para todos y todas?

Una universidad pública tiene que ser inclusiva, en la que tengan cabida también los colectivos más desfavorecidos. Tiene que haber un sistema de becas que llegue a todas aquellas personas que no tienen poder adquisitivo y ese sistema tiene que estar dirigido a la universidad pública. Eso lo defenderé siempre. Somos una buena universidad, que busca la excelencia pero que no es elitista.

Hablando de desigualdades. Usted es la primera mujer rectora de la UPV.

La universidad no es una isla. Esa desigualdad de género que tenemos en la sociedad se refleja claramente. Por poner unos datos: hay un 20% de catedráticas y, claro, para ser rectora hay que ser catedrática. ¿Y qué ocurre? Que para ser catedrática hay que tener una carrera investigadora muy dilatada y, para ello, en un momento dado tienes que ver si puedes compaginarlo con tu vida personal. Hay mujeres que, por ejemplo, al ser madres se ven en la obligación de renunciar a su labor investigadora. Eso lastra toda tu carrera.

Contamos con un programa que busca animar a las mujeres a tomar responsabilidades en direcciones de departamento, de centro etc. Hay que trabajarlo desde abajo. Destacaría que cada vez hay más rectoras. Esto es imparable.

Paradójicamente, el alumnado universitario es mayoritariamente femenino.

Efectivamente. Incluso en tesis doctorales normalmente es ligeramente mayor el porcentaje de mujeres, pero se distribuye de forma muy desigual por ramas de formación.

Esta semana la UPV ha sido noticia por la irrupción de la Guardia Civil para registrar aulas y después detener a tres estudiantes. Desde la universidad, ¿qué tienen que decir?

A las 6.30 de la mañana, cuando todavía los centros estaban cerrados, la Guardia Civil se personó y registró tres «ikasle gelak» que suelen estar abiertas. No hay nada que esconder en ellas. Es cuando menos inquietante y me preocupa que se hagan intervenciones de este tipo.

Jóvenes de Ipar Euskal Herria denunciaban recientemente la dificultad para acceder a la UPV. ¿Cuál es la situación?

Creo que no se está reflejando lo que nosotros realmente hacemos. Para nosotros este alumnado es estratégico y sabemos que existe un problema con ellos. Lo que pasa es que tampoco podemos romper el marco legal. Lo que sí hacemos es darles la oportunidad de presentarse a la selectividad. Claro, no es fácil para ellos después de haber estado estudiando en francés. Tratamos de facilitarles todos los trámite.

Habla del marco legal, ¿cuáles serían bajo su punto de vista las condiciones ideales?

Nos gustaría que estos alumnos pudiesen hacer la prueba con nosotros y fuesen tratados como el resto. Al final para el Estado son extranjeros y no podemos darles el tratamiento que a nosotros nos gustaría.

¿Cree posible construir un modelo universitario propio para Euskal Herria?

Me encantaría. Creo que si a nivel político y legal se modifican estas cuestiones se puede hacer. A nivel académico nosotros intentamos derribar todas las barreras posibles. Por eso me gustaría que a nivel de legislación también se flexibilizasen algunas leyes.

¿Qué relación cabría impulsar para con el resto de universidades del país?

Hay una relación cordial, pero cada una tiene sus propias características y su espacio. Hacemos colaboraciones puntuales.

¿Faltan mecanismos para que sean complementarias?

Creo que la universidad de este país es la pública y es la que garantiza la igualdad de oportunidades. Por eso reivindico que la universidad pública pueda impartir todas esas titulaciones que sean interesantes para el país. A partir de ahí, que nos podamos complementar, perfecto.

Siendo la educación un pilar básico, ¿qué papel debería jugar la universidad?

La universidad debería proporcionar una formación integral que les permita adaptarse a una realidad cambiante. Tiene que generar conocimiento y, por lo tanto, riqueza en la sociedad a la que está vinculada. La universidad tiene que estar en el centro de la sociedad y formar ciudadanos críticos que cuestionen el statu quo y sean capaces de transformar el entorno.