Los cuatro equipos que abren el fuego en la primera jornada de cuartos perfectamente podrían hacerse con el título. De hecho, tres de ellos ya lo han levantado y Bélgica aspira a hacerlo por primera vez. Además, todos ellos, en mayor o menor medida, han dejado buena muestra, con juego o eficacia, de que son serios candidatos a hacerse con el trofeo mundial.

Esa circunstancia hace presagiar que ambos encuentros van a ser de lo mejorcito que se podrá ver en el planeta fútbol en un plazo de cuatro años. El espectáculo comenzará a primera hora de la tarde, con el duelo que enfrentará a Uruguay y Francia, dos estilos contrapuestos que resulta complicado adivinar cuál de ellos acabará imponiéndose.

La fantasía de un Mbappé que deslumbró ante Argentina se encontrará con el mejor entramado defensivo en lo que se lleva de campeonato, todo un reto para quien apunta a ser uno de los sucesores al binomio Messi-Cristiano Ronaldo.

Tanto charrúas como galos cuentan con importantes ausencias. Cavani probará hasta el último minuto, pero será complicado que juegue, y Matuidi no puede hacerlo por tarjetas.

A priori, el otro envite del día es el del «jogo bonito», con dos bloques que apuestan por ese estilo, como son Brasil y Bélgica. Ambos combinados tienen en sus genes la idea primigenia de buscar la portería contraria y, sin duda, eso lo va a agradecer el espectador.

Los cariocas tienen una baja de gran importancia para su equilibrio entre líneas –Casemiro–, mientras que los centroeuropeos, todavía con el miedo en el cuerpo tras el pase en el descuento ante Japón remontando un 0-2, tienen la bendita duda de si alinear a todas sus vacas sagradas o premiar a quienes propiciaron dicha remontada.