El rebote del jueves era un espejismo. Los inversores se mantienen alerta ante lo que pueda suceder con la guerra comercial y no terminan de empujar al Ibex hacia los 10.000 puntos, nivel que tuvo a 30 puntos el pasado lunes. Ayer dio otro paso atrás al ceder un 0,33%, hasta los 9.734,80 puntos. En la semana baja un 1,72%, mientras que en el año recorta un 3,08%. Las bolsas europeas, por el contrario, pudieron ampliar el rebote de la jornada anterior. París avanzó un 0,43%; Fráncfort, un 0,38%; y Londres, un 0,14%. En Nueva York, los resultados de tres grandes bancos –JP Morgan, Citigroup y Wells Fargo– no tuvieron un efecto positivo reseñable en la apertura, aunque solo Wells Fargo presentaba cifras por debajo de lo esperado al ganar 5.200 millones de dólares, un 12% menos que en el segundo trimestre de 2017. Por su parte, JP Morgan y Citigroup superaron las previsiones y mejoraron el beneficio, ayudados por la reforma fiscal de Donald Trump.

La sesión tuvo un tinte especialmente negativo para el Ibex, castigado por la caída del sector bancario ante la futura imposición de un nuevo gravamen. También ponía freno a las compras la revisión al alza del objetivo de déficit del Gobierno español para este año y para el próximo. Por valores, destacaba el varapalo de Dia (-8,16%), que sigue acumulando rebajas de recomendación. Por detrás, Indra perdía un 3,84% y Técnicas Reunidas, un 2,89%. Dentro del sector bancario, Santander cedió un 0,88%; Bankia, un 0,60%; BBVA, un 0,40%; y Sabadell, un 0,39%. Los valores más alcistas fueron Cie Automotive (+2,36%) y Amadeus (+1,10%). En el Cac, lideraba las ganancias Michelin (+2,59%), animado por una mejora de recomendación. Los títulos de Orange (-0,78%) registraron la mayor caída.