Agustín GOIKOETXEA
BILBO

ELA augura un otoño conflictivo para luchar contra la precariedad

Tras analizar los resultados obtenidos en la negociación colectiva en los seis primeros meses de 2018, ELA detecta un «cambio cualitativo» con la rúbrica de más de un centenar de convenios, de los que ocho son sectoriales. El sindicato que lidera Txiki Muñoz augura un otoño conflictivo para luchar contra la precariedad y la brecha salarial que soportan las mujeres, apuntando a los procesos pendientes en el sector de limpieza y en el de residencias de Gipuzkoa.

ELA presentó ayer, en Bilbo, un informe sobre el desarrollo de la negociación colectiva en el primer semestre de 2018 en el que, asegura, ha alcanzado «logros eficaces» contra la precariedad. Esa conclusión le lleva a reafirmarse en su estrategia sindical a las puertas de un nuevo proceso electoral en las empresas.

La central que lidera Txiki Muñoz estima que la negociación colectiva se ha revitalizado en la primera mitad del año. Pone como ejemplo los ocho convenios sectoriales que ha rubricado, en los que ha introducido cláusulas que impiden la inaplicación unilateral, además de la ultraactividad ilimitada. ELA defiende que mediante estos acuerdos «está derogando a diario la reforma laboral de 2012».

«No es suficiente una mera actualización salarial para la firma de convenios, sino que es indispensable adoptar medidas que garanticen la aplicación práctica del convenio que se vaya a firmar, por lo que exigimos la adopción de cláusulas antirreforma que impidan que un convenio entre la patronal y los sindicatos lo pueda incumplir unilateralmente la patronal», manifestó Pello Igeregi, responsable de Negociación Colectiva.

«Del mismo modo que para la patronal es un objetivo estratégico extender la precariedad, para ELA lo es la adopción de medidas tendentes a su minimización», argumentó.

El sindicato defiende que la firma de un convenio no garantiza la obtención de mejoras, si no se asegura su aplicación efectiva. En caso contrario, estima que «se regala la paz social a la patronal, mientras ella se dedica a propagar precariedad, y el sindicalismo –denuncia– se acaba convirtiendo en cómplice de ese proceso precarizador», citando a UGT y CCOO.

Muñoz dijo que su objetivo es «hacer frente a una precariedad muy extendida en el mercado de trabajo que afecta a muchísimas personas, la mayoría de ellas mujeres, que se han incorporado al mercado de trabajo en condiciones de explotación».

Leire Txakartegi, responsable de Género, subrayó la precariedad que existe en ámbitos subcontratados, en su mayoría en el sector público, en el que las mujeres copan las plantillas. Las prioridades para ELA, comentó, es la lucha contra esa precariedad y la superación de la brecha salarial. Un primer hito en esa estrategia es aumentar la conflictividad en el sector de la limpieza y de las residencias de Gipuzkoa para arrancar un buen acuerdo para las trabajadoras, como los que ha logrado en estos últimos meses.

«El informe viene a decir que el misterio de los logros y éxitos sindicales es sencillo de explicar: se tiene que llegar a la gente y ser muy exigente organizativamente para que tus cuadros trabajen con la militancia y lleguen a los sectores donde está esa gente precarizada, probablemente gente que no tiene referencia de que los éxitos sindicales son posibles», añadió el secretario general de ELA.

«Grandísima noticia»

«Los éxitos sindicales son posibles si hay gente organizada y un sindicato que les defiende», reiteró. En oposición a la contrariedad que le genera al presidente del Consejo de Relaciones Laborales de la CAV, Muñoz defendió que el incremento de la conflictividad es una «grandísima noticia». En el informe presentado ayer se incide en que, en los primeros meses de 2018, el número de huelgas creció un 81%, al pasar de 27 del año anterior a 49. Además, como subrayó Igeregi, los conflictos laborales más largos y duros se han producido en los sectores más precarizados.

Muñoz resaltó que «el reto mayor que en estos momentos tiene el movimiento sindical es construir una narrativa que sea capaz de explicar sus éxitos y de hacerle llegar sus logros a la gente que sufre la precariedad y que no tiene referencia de que los éxitos existen porque el sistema no va a hacer de altavoz de los éxitos del sindicato»; al contrario, los minimizará.

Muñoz exige a Sánchez que cumpla su palabra

El secretario general de ELA instó a Pedro Sánchez a que derogue la última reforma laboral que aprobó el PP. «Lo normal en una democracia sería que lo que se dice cuando se está en la oposición luego se cumpla», defendió.

«Si Sánchez es contrario a la reforma laboral del PP, lo que tiene que hacer es plantear su derogación y poner a prueba al resto de partidos de la oposición para ver si es verdad que están en contra de la reforma de Rajoy», argumentó Txiki Muñoz. «Nosotros –avanzó– tenemos muchísimas dudas de que estén en contra de la reforma de Rajoy».

En esa misma línea, Pello Igeregi expuso que «no puede poner como excusa la voluntad de los partidos de la oposición, que la apruebe y que cada cual demuestre si está o no a favor de la última reforma laboral». El responsable de negociación colectiva no puso objeciones a que se prioricen los convenios sectoriales sobre los de empresa, siempre que la referencia no sea la estatal, que afianza la precariedad. A.G.