GARA
TOUR 2018

«Me duelo un huevo pero es para estar satisfecho»

Landa sufrió el «asfixiante» ritmo de Bernal en Alpe D’Huez, pero vio a los líderes de Sky «más apurados».

Aquejado de dolores de espalda e impotente frente a unos Sky a los que juzgó algo menos intocables que el miércoles, Mikel Landa daba por buena su quinta plaza en la cima de Alpe D’Huez. El de Murgia, honesto como siempre, quiso a su vez apostar a que tanto él mismo como su equipo seguirán dando batalla.

«Se me ha hecho durísimo y la espalda me dolía un montón. En esa última parte he conseguido olvidar un poco el dolor y he entrado en carrera. Alpe D’Huez se ha hecho durísimo. Egan Bernal ha puesto un ritmo asfixiante ¡buf! y en esa parte final iba quedándome, pillándolos... He sufrido muchísimo, me duele un huevo, pero al final es para estar satisfecho», reconoció el escalador alavés. «Mi dolor es muscular. Por mucho que quiera estar bien, cuando me caí, pues tuve una caída fea», reconocía, por otro lado.

Después del tríptico alpino Mikel Landa se sitúa entre los mejores de la general –es séptimo en estos momentos–, pero sobre todo parece el líder claro de Movistar, toda vez que los movimientos desde lejos de Valverde no han surtido efecto mientras que Nairo Quintana ha perdido tiempo respecto a los mejores en las dos últimas jornadas. «Ser líder o no tampoco tiene mucha importancia. Hay que ver, por ejemplo, el trabajo que ha hecho Alejandro y seguiremos así», explicó.

Con todo, quiso ver cierta «humanidad« en los intocables Geraint Thomas y Chris Froome, que ayer tuvo una breve crisis ante Tom Dumoulin. «Esta vez han estado más apurados, creo. Son los favoritos a ganar, pero quizás con el desgaste de los días haya alguna oportunidad y hay que seguir intentándolo», dijo, al tiempo que no quiso entrar en la discusión sobre las dudas entre los Sky a la hora de apostar por Thomas o Froome.

«A mí ni me va ni me viene. Thomas está muy fuerte, pero Froome es un gran fondista y quizá la semana que viene sea superior», zanjó.

La desgracia de Nibali

Derribado por una moto de la policía cuando saltaba a la rueda de Froome, Vincenzo Nibali fue el gran perjudicado de la jornada de ayer. El Squalo se quejó de que «estas cosas pasan porque hay mucha gente y la carretera se estrecha». A falta de más pruebas, fue hospitalizado en Grenoble para ver si sufre o no una fractura vertebral.

Tom Dumoulin, por su parte, fue el único rival del conjunto Sky que los puso en aprietos. Con todo, el neerlandés del Sunweb no estaba del todo satisfecho. «No estoy contento conmigo mismo. Thomas era mejor, pero cuando alguien es mejor, tienes que tratar de ser más inteligente que él y yo no he sido lo suficientemente inteligente. Al final, era difícil saber quién iba a atacar, entre Thomas y Froome», explicó, al tiempo que reconocía problemas en su plato grande a la hora del sprint.

Julen Irizar da en Portugal el quinto triunfo a Murias

Julen irizar culminó una fuga de tres y estrenó su palmarés, otorgando el quinto triunfo a Euskadi Murias en la segunda etapa del Grande Prémio Nacional 2 de Portugal, con final en Pedrógão Grande, tras 177,2 kilómetros.

El Tour se queda prácticamente sin velocistas

Gaviria y Groenewegen, ganadores de dos etapas cada uno de este Tour, junto a los Marcel Kittel o Andre Greipel abandonaron ayer, y dejaron a la ronda gala con Peter Sagan, Degenkolp o Kristoff como únicos velocistas.