Julian Alaphilippe logró ayer su segunda victoria de etapa en este Tour en Bagnères de Luchon tras verse beneficiado por la caída de Adam Yates en el descenso del Portillon y presentarse en la meta por delante de Gorka Izagirre. El guipuzcoano sumó su ingrato, pero meritorio, segundo puesto a los logrados por su hermano Ion la semana pasada.

Los dos Izagirre entraron en el grupo de 47 corredores que se disputó la victoria junto con su compañero Domenico Pozzovivo y ayer jugaron la baza de Gorka, que estuvo con los mejores escaladores y aguantó en un septeto con Gesink, Pozzovivo, Mollema, Adam Yates, Soler y Alaphilippe. El inglés atacó y coronó el alto con 18 segundos a Alaphilippe y medio minuto sobre los otros cinco, pero se cayó en el descenso y el de Quick Step lo aprovechó para superarle y llegar en solitario a la meta.

Gorka Izagirre demostró sus dotes para el descenso, pero Alaphilippe también baja muy bien y no le dio nunca opción.

Neutralización por gases

La etapa fue neutralizada en el kilómetro 28 tras lanzar gases lacrimógenos los gendarmes a unos agricultores que habían arrojado pacas de paja a la carretera como medida de protesta. Los gases produjeron irritación en los ojos a los corredores, que tuvieron que pararse para ser atendidos y tratarse con colirio. Tras un cuarto de hora se reanudó la carrera con una gran batalla para coger la escapada.

No se formó hasta el kilómetro 100, cuando se juntó un grupo de 45 corredores por delante en el que entraron los dos hermanos Izagirre, a los que se unieron luego los dos que pelean por el maillot blanco, Pierre Latour y Guillaume Martin.

En el col del Portet de Aspet Philippe Gilbert se marchó por delante con más de un minuto de ventaja sobre los demás escapados, pero en el descenso sufrió una aparatosa caída al salirse de la carretera, aunque volvió a la bicicleta aparentemente sin graves consecuencias.

En la subida del col de Menté fueron Caruso y Gesink los que se marcharon, aunque les superó Julian Alaphilippe justo en el alto en una jornada en la que volvió a rendir como en la primera alpina. Tras la bajada se quedó por delante un grupo de diecisiete corredores en el que Frank realizó el mayor trabajó en beneficio de Latour y entre ellos se jugaron la victoria.

En el grupo de favoritos apenas hubo movimientos y el Sky se limitó a poner una buena marcha para controlar la carrera. En la última subida del Portillon atacaron Fuglsang y Zakarin y el ritmo del equipo inglés bastó para neutralizarlos. En los últimos metros de la subida se movió Mikel Landa y comenzó el descenso por delante del resto de los favoritos, pero desistió al ver que todos los hombres fuertes seguían juntos.

Los Bahrain tuvieron que conformarse con alcanzar el liderato de la general por equipos y con confirmar a los Izagirre y a Pozzovivo entre los treinta primeros de la general. Démare logró entrar dentro del tiempo a 41:20 tras ir descolgado casi toda la etapa sin compañeros.

Una etapa novedosa con solo 65 kilómetros

El Tour vivirá hoy una etapa especial de solo 65 kilómetros entre Bagnères de Luchon y el durísimo col de Portet, una subida de 16 kilómetros al 8,7 de media. Una pendiente que supera el 10% en la parte inicial, entre los kilómetros 2 y 4, y en el último. La novedad de la etapa llega porque por vez primera se va a establecer una parrilla de salida con los veinte primeros de la general por delante y eso puede dificultar el habitual control del Sky si alguno del primer grupo ataca desde el inicio de Peyresourde, que se sube desde la salida. El ascenso de Peyresourde hasta Peyragudes tiene 14,9 kilómetros al 6,9% y, tras acabar el descenso, comienza la subida de Val Louron-Azet de 7,4 kilómetros al 8,3% de media. Tampoco hay terreno llano desde el final del descenso en Saint Lary hasta el inicio de la última subida. Una etapa muy corta diseñada para atacar desde lejos.J.I.